Toros

El Cordobés recibe el premio de la Asociación Taurina Parlamentaria

  • El de Palma del Río recuerda su dura niñez y afirma estar dispuesto a anunciarse con tal de ayudar a los más desfavorecidos

El torero Manuel Benítez El Cordobés, incuestionable estandarte taurino de las décadas de los 60 y 70, puso ayer el cartel de "no hay billetes" en el Senado para recibir el premio "a una trayectoria relevante e histórica como figura del toreo", concedido por la Asociación Taurina Parlamentaria (ATP). El veterano diestro cordobés puso en pie el Salón de Pasos Perdidos del Senado al recibir el galardón de manos del presidente de la ATP, el exsenador Miguel Cid-Cebrián, en un acto presidido por el presidente del Senado, Pío García Escudero. Benítez (Palma del Río, 1936) hizo gala de su inconfundible don de gentes en una intervención en la que ha rememorado su historia, su vida, la cual, a pesar de lo cruda que fue en su niñez, "ha merecido la pena vivirla para recibir después tanto cariño y tantos reconocimientos". "Nunca conocí a mis padres, viví con mis hermanos en un corralillo donde no teníamos nada que echarnos a la boca. Vivíamos de lo que trincábamos por ahí hasta que un buen día vi por primera vez un toro bravo, en una finca de mi Palma del Río, donde volvía por las noches a 'hacer la luna' hasta que me pillaron y me metieron en la cárcel tres meses y medio ", recordó el diestro palmeño.

"Después me vine a Madrid a trabajar de albañil y ganarme mis primeras pesetas. Pero como no podía quedarme quieto decidí tirarme de espontáneo en Las Ventas, motivo por el que me volvieron a llevar preso a la cárcel de Carabanchel. El resto de mi historia ya es más conocida, pero de todos los recuerdos me quedo con aquéllas ocho orejas que corté en dos tardes en San Isidro. Aquello fue la repera", añadió.

Por toda su historia, por lo mal que lo pasó en su niñez, Manuel Benítez, de 78 años, se prestó a anunciarse "en todos los festivales que hagan falta", e incluso vestirse de luces "si fuese necesario", para ayudar "a toda esa gente que está perdiendo sus viviendas", en un gesto de solidaridad para paliar en la medida de lo posible "la cantidad de desahucios que está habiendo en estos tiempos". "Me conmueve ver la cantidad de personas que pierden todo lo que tienen. Eso no puede seguir así. Me duele también que la gente se meta donde no les llaman, como el caso del toreo en Cataluña. Que no vengan a quitarnos nuestro pan, que cada uno cuide su parcela y no se metan en las de los demás", ha concluido.

Además de El Cordobés, la ATP ha concedido otros cuatro premios en la VIII edición de sus galardones taurinos. El diario ABC fue reconocido como "medio de comunicación más destacado", como señaló el secretario de la ATP, Javier Marqués. La banda de música Maestro Tejera de Sevilla fue distinguida con el premio "a la manifestación artística o cultural relacionada con los toros", galardón que recogió su actual director, José Manuel Tristán, de manos de Juan Antonio Abad, diputado por La Rioja, alcalde de Arnedo, y directivo de la ATP.

El ganadero Carlos Núñez recibió de manos de Javier Marqués, secretario de la ATP, el premio "a la entidad de carácter público y privado que haya destacado por su labor en pro de la tauromaquia", que fue a parar a la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), entidad que él mismo preside. Por último, el premio a "la personalidad relevante en pro de la tauromaquia" fue recogido por David Shohet, un taurino iraquí, fundador del prestigioso premio literario Doctor Zumel y que, según palabras de Pío García Escudero, "es la viva muestra de que el toreo traspasa fronteras más allá de los países con tradición taurina".

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