Toros

Los toros de El Pilar deslucen el mano a mano que cerró la Feria de Castellón

Una solitaria oreja para Alejandro Talavante fue el pobre balance artístico del último festejo de la Feria de la Magdalena celebrado ayer en la plaza de toros de Castellón, una tarde aciaga condicionada por el deslucido juego de los toros de la ganadería salmantina de El Pilar.

En cuanto al balance ganadero, se lidiaron toros de El Pilar, el tercero como sobrero, de desiguales hechuras, descastados y sin fondo, y alguno, como el tercero, hasta con peligro. El único que se dejó, el sexto.

El resultado artístico de los diestros fue el siguiente: Miguel Ángel Perera, ovación, silencio tras aviso y ovación. Alejandro Talavante, oreja, silencio y ovación. La plaza registró más de media entrada en tarde entoldada y fría, en en lo que fue el quinto y último festejo de la Feria de la Magdalena de Castellón de la Plana.

El festejo quedó en un improvisado mano a mano tras la baja de última hora de Francisco Rivera Ordóñez Paquirri, aquejado aún del percance que sufrió hace una semana en una cogida en el coso de Olivenza (Badajoz).

Una tarde que no pasará a la historia. La caída del cartel de última hora de Francisco Rivera Ordóñez Paquirri hizo perder tirón mediático a un festejo que quedó en un improvisado y no menos atractivo mano a mano entre Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante que, a la postre, quedó en nada por la absoluta falta de colaboración de los toros de la divisa salmantina de El Pilar.

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