Toros

Suspensión polémica del festival de Cantillana

  • Según la empresa, que contaba con todos los permisos, la autoridad no compareció para dar luz verde al espectáculo

El festival taurino que debía celebrarse ayer en Cantillana se suspendió debido -según la empresa que dirige Jorge Buendía- a que la autoridad no compareció y, por tanto, no firmó las actas que permiten la celebración del espectáculo. La empresa Buendía, los diestros, cuadrillas, veterinarios, cuadra de caballos, equipo médico y demás participantes acordaron que iniciarán acciones legales, ya que, según los organizadores, se contaba con todos los permisos oportunos para este festival cuyos beneficios se iban a destinar a la restauración de la torre de la parroquia de esta localidad sevillana. El cartel estaba compuesto por El Cid, Manuel Escribano, Salvador Cortés y Manolo Triana, que iban a lidiar reses de Los Azores.

Según el empresario Jorge Buendía, "sobre las 10:30 llegué a la plaza de toros de Cantillana para la celebración del festival taurino autorizado por la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía a la mercantil que represento. A las doce, estando todas las cuadrillas, así como cuadras de caballos, personal de plaza, etcétera, se presentan ante mí los veterinarios designados, así como la presidenta del festejo y alcaldesa de la localidad. Sobre las 12:30 le pregunto a ésta que dónde está el delegado, que las cuadrillas quieren sortear. Tras un rato, pido a los veterinarios que reconozcan las reses en presencia de la presidenta, a lo que me contestan que sin la presencia del delegado se niegan. A las 13.00 horas le insto a la presidenta que por favor indague dónde está el delegado. Lo llama y al parecer éste se niega a acudir a la plaza aludiendo que no tiene notificación oficial del espectáculo. Tras otro rato grande llamando la presidenta a la Subdelegación del Gobierno sin saber el contenido de la conversación, y ante el cariz que estaba tomando la situación entre los aficionados de la localidad y el desamparo en el que nos encontrábamos, se denuncian los hechos por parte de empresa, cuadrillas y ganadero ante la Policía Local de la localidad. Serían las 14:00. Le había comunicado la situación por correo electrónico a la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía. Yo no he suspendido el festejo, ni las cuadrillas, ni los toreros, ni el ganadero; únicamente que, ante la no comparecencia del delegado, era imposible celebrar el mismo, la presidenta no se hacía responsable ni los veterinarios".

Ya por la noche, fuentes cercanas a la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía indicaban que no tenían "constancia de la supensión" que, en su caso, dicha suspensión no había partido ni de la Junta de Andalucía ni de la Subdelegación del Gobierno y que, por tanto, desconocían tanto los motivos de la supuesta suspensión como la existencia de denuncia alguna. Añadían por último que el festejo contaba con todas las licencias oportunas". Dos versiones totalmente diferentes sobre una suspensión polémica que requiere una investigación.

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