Saúl Jiménez Fortes · Matador de Toros

"Cuando me tapaba la herida camino de la enfermería temí por mi vida"

  • El diestro malagueño se recupera de una cornada gravísima en el cuello que sufrió el pasado jueves cuando toreaba a su segundo toro en la plaza de Las Ventas de Madrid.

El joven matador de toros Saúl Jiménez Fortes (Málaga, 1990) habla pausado y con una tranquilidad pasmosa de una de las cogidas más dramáticas que se han vivido en las últimas temporadas y que recordaron al doctor Máximo García Padrós -quien le atendió en la enfermería de Las Ventas- a las sufridas por el banderillero Campeño, quien murió pasados unos días por las heridas, y al matador de toros José Miguel Arroyo Joselito. Jiménez Fortes, según el cirujano-jefe de la plaza de Madrid, tuvo una suerte tremenda porque "el pitón del toro no rompió la carótida ni las yugulares de milagro".

-Saúl, el doctor dice que está vivo de milagro...

-Sí. Eso es lo que me ha dicho don Máximo. Quiero valorar el trabajo que hizo, junto a todo su equipo. La operación duró hora y media por todo lo que me tuvieron que reconstruir. Ha sido milagroso. Estoy muy agradecido a Dios y al equipo médico. Según don Máximo, el bisturí produce un mayor desgarro que el que me hizo el pitón. La suerte tuvo que ver mucho y el caer en sus manos.

-¿Cómo se encuentra ahora?

-Más tranquilo y más recuperado. Por fin puedo hablar. Todavía estoy con líquidos y me cuesta tragar. Pero todo marcha bien, con las molestias lógicas. No tengo fiebre. He tenido mucha suerte. Fue una tarde bonita.

-¿¡Bonita!?

-Sí. Porque pasaron cosas importantes y emotivas y porque me sentí torero.

-Previsiones médicas.

-El lunes me hacen un escáner. Luego, me retirarán los drenajes poco a poco. Y después tendré que hacer ejercicios para coger fuerza en los músculos.

-Sucedió en una tarde de perros, con un viento terrible que le impedía controlar el capote y la muleta.

-Sí. La tarde se puso dura. El aire no daba tregua. Los primeros toros no estaban ayudando mucho. Era mi única actuación en Madrid y tenía que dar el máximo de mí. Tenía que ofrecer lo mejor y de manera sincera. Hacer las cosas bien. La faena no fue perfecta porque el viento no lo permitía. Pero estuve intentando torear bien.

-¿Intuyó que el toro le iba a coger?

-No lo esperaba. El toro no obedeció al toque.

-¿Qué pensó cuando se levantó y sangraba por el cuello?

-Te pasan muchas cosas por la cabeza. Me fui con toda la fe del mundo hacia la enfermería.

-¿Temió por su vida?

-Claro. Sabía que era una cornada en el cuello muy grave. Cuando me tapé la herida camino de la enfermería temí por mi vida.

-¿Asumió un riesgo mayor por ser su única oportunidad en San Isidro?

-Cada vez hay menos festejos. Los compañeros de segunda fila también se están situando. Y hay que asaltar los primeros puestos porque cada día que pasa es más difícil. En parte, mi temporada dependía de lo que sucediera esa tarde en concreto. Estuve bien en Valencia, lo que sirvió para torear en Zaragoza. Y ahora, la tarde de San Isidro era clave.

-Con esa presión, ¿se sale con mayor ambición a la plaza?

-Sí. Sales dispuesto a todo para que de un giro tu carrera. Se pasa mucho miedo. Pero una vez que pasas el mal trago, uno se siente orgulloso. Tiré la moneda porque es lo que hago cada día ¡Y qué mejor escenario que Madrid en San Isidro!

-Le han castigado fuerte los toros ¿Es porque sale excesivamente presionado?

-No. Es mi forma de torear y arriesgar. Yo paso la línea roja y eso se paga. En otras ocasiones es por accidente. Es el peaje que hay que pagar y ha sido una cornada más. Yo tengo una carga que puedo soportar. Me han cogido mucho, pero tengo capacidad para salir adelante.

-En cierta ocasión me dijo que los toreros no deberían tener hechas las temporadas en marzo.

-Hombre, claro. De esta manera sales con un plus de responsabilidad y motivación. Yo dependía de Valencia y de Madrid. En Valencia se dio bien y salió lo de Zaragoza. Y ahora en Madrid esperaba un éxito fuerte para posicionarme

-Elogian su valor, pero hay quien no conoce su vertiente expresiva y artística, que ya apuntó en sus comienzos.

-Esa vertiente la tengo cada vez más presente y me gustaría crecer más. Todavía queda mucho por descubrir en este sentido. Será un paso decisivo en mi carrera.

-El sistema es bastante injusto ¿Cree que tras esta cornada le darán más oportunidades?

-Creo que fue una tarde importante más allá del percance, que ha sido muy impactante. Me han felicitado toreros y figuras que me han dicho que estoy dando mucho al toro. Noto ese respeto y cariño y espero que tenga recompensa. Si el público demanda al torero, el empresario le acaba poniendo. El toro es el que pone a cada uno en su sitio.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios