Tercera novillada de promoción en Sevilla

David Martín, entrega y arrojo

  • El triunfador de la noche pasa a la final del próximo jueves, junto a Silvera y Juanito.

Ganadería: Novillada de Cayetano Muñoz, terciada y de juego desigual. Primero, quinto y sexto, manejables; segundo, manso, se rajó pronto; tercero, con celo y peligro y cuarto, bueno.

Toreros: David Martín, de azul y oro. Estocada (oreja). Estocada, con derrame (oreja con petición de la segunda). Fernando Plaza, de verde y oro. Estocada (saludos tras ovación y aviso). Pinchazo, estocada y tres descabellos (silencio tras aviso). Juan Pedro García 'Calerito', de nazareno y oro. Tres pinchazos y estocada (saludos tras ovación). Pinchazo y estocada (silencio tras leve petición).

Incidencias: Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Jueves 23 de julio de 2015. Tres cuartos de entrada.

La tercera novillada nocturna de promoción en la Maestranza sevillana concitó un ambiente amable, con familias cargadas de neveras y buenas intenciones, apoyando incondicionalmente a los jóvenes espadas. Entrada excelente teniendo en cuenta que los protagonistas eran tres noveles que hacían su presentación: David Martín, Fernando Plaza y Juan Pedro García Calerito, quienes se enfrentaron a un encierro de Cayetano Muñoz, con menos trapío que las novilladas anteriores y de juego desigual.

El triunfador del festejo, David Martín, de Castilblanco de los Arroyos, nieto del picador Francisco Martín, ganó la partida -arropado por un nutridísimo grupo de incondicionales- gracias a su entrega y arrojo, propios de un novillero ambicioso, y el acierto con la espada al primer envite, cortando una oreja a cada uno de sus erales.

Martín recibió al que abrió plaza con una larga cambiada de rodillas frente a toriles y otra en los medios. La faena, en los tercios, ante un animal berreón, pero manejable, tuvo apuntes buenos, como una tanda con la diestra, con un cambio de mano ligado a una serie con la zurda y también un cierre con bellas trincherillas. Enterró la espada para ganar un trofeo.

Ante el cuarto, de buena condición, se la volvió a jugar en una larga muy comprometida a portagayola. Con la capa, alternó un vistoso quite variado con un par de desarmes. Y con la franela realizó una labor entonada, en la que destacó en el toreo en redondo con la diestra. Se tiró con decisión en la suerte suprema para enterrar el acero y cobrar otro apéndice.

Fernando Plaza, de Aranjuez, hijo del banderillero del mismo nombre, con buena colocación, las plantas asentadas y cierto aire tomasista, busca el toreo de verdad y ceñido, aunque peca de una excesiva frialdad. Con su primero, manso, que se rajó de inmediato, poco pudo hacer. Tras un comienzo con muletazos a media altura, citó en la distancia larga y toreó despacio. Fue cogido, afortunadamente sin consecuencias, junto a tablas, donde se refugió el eral. Cerró con bernadinas ceñidas. Y escuchó una ovación tras una estocada.

Con el burraco quinto, de mayor volumen, destacó en algunos naturales largos en una labor salpicada de desarmes.

El sevillano Juan Pedro García Calerito, de Aznalcóllar, forjado por Espartaco padre, con desparpajo, no tuvo su día. Recibió al tercero ganando terreno a la verónica. Y cumplió en una faena que brindó a Espartaco padre, su mentor, en la que se enfrentó a un ejemplar con celo, pero con peligro -se revolvía por el pitón derecho y se quedaba corto por el izquierdo-. Sufrió una tremenda voltereta por el pitón derecho de la que se repuso. Y anduvo desacertado con los aceros.

Con el manejable sexto, labor con altibajos, salpicada de un par de desarmes y algunos enganchones.

David Martín, triunfador de la noche, junto a Emilio Silvera y Juan Silva Juanito han sido designados como finalistas para el próximo jueves, lidiando reses de González Sánchez-Dalp.

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