Pablo Aguado. Novillero

"Mi primera temporada ha sido muy positiva por la regularidad"

  • El torero sevillano se ha estrenado este año con picadores con 15 novilladas y dos serios percances: fractura de escafoides y cornada.

El novillero Pablo Aguado (Sevilla, 1991) ha sumado 15 novilladas en su primera campaña con picadores, con el contratiempo de dos percances -fractura del escafoides de la mano izquierda y cornada en el gemelo de la pierna izquierda-. El torero, quien ganó el certamen de promoción de Sevilla en 2014, ha conseguido triunfos en varias plazas exigentes, como Bayona. Sus apoderados, Enrique Peña y Luisito, trabajan ahora para su inclusión en carteles de la temporada invernal americana.

-¿Cómo califica su temporada?

-Muy positiva por la regularidad. Gracias a Dios he pisado todas las ferias importantes, como Arnedo, Calasparra, Villaseca, y he toreado en plazas importantísimas, como Sevilla y Bayona. En casi todos los sitios he puntuado. La espada me ha privado de orejas en algunas plazas.

-De sus actuaciones, ¿con qué faena ha disfrutado más?

-Me quedo con la faena que hice en Bayona a mi segundo toro, de la ganadería del maestro Finito. Fue muy emotiva y disfruté mucho. Se conjugó todo. Corté dos orejas y eso que pinché antes de la estocada.

-¿Qué supuso la cornada que sufrió en Cadalso?

-Un dolor anímico importante al tener que cortar la temporada. Reaparecí en Arnedo, el 29 de septiembre; como yo digo, sobre la bocina. Había perdido las novilladas de Algemesí y Los Molinos, que eran muy importantes. Debido a la fractura de escafoides -por una voltereta en el festejo del Corpus en Sevilla- también había perdido otras dos. En esta ocasión, al menos pude torear antes de que se terminara la temporada. A la reaparición llegué al 80%; el otro 20% lo suplí con ilusión.

-¿Qué diferencias ha notado entre su etapa sin caballos y con picadores?

-En la primera etapa sumé cuarenta novilladas. Llegué preparado. Pero está claro que la forma de embestir del utrero no tiene nada que ver con la del eral. Hay que tirar más de él y a la vez te hace sentir más el toreo. Ahora, me veo más cómodo porque transmito más y me siento más.

-Ha toreado en plazas francesas y pueblos de Madrid donde el novillo es prácticamente un toro.

-Sí. Todas esas novilladas fuertes que he lidiado en los pueblos de Madrid y en plazas de Francia, como la de Bayona, me han dado sitio.

-¿Qué balance hace de sus dos actuaciones en Sevilla?

-La primera, con la novillada de Luis Algarra, resultó fría en todos los aspectos y la segunda, de Villamarta, sirvió para demostrar raza, amor propio y espíritu de novillero. Estoy deseando volver a Sevilla. Es un privilegio y un regalo de Dios.

-¿Hacia dónde camina su toreo?

-Me gustaría ir toreando con mayor pureza, gusto y clasicismo.

-¿En qué ha mejorado más en su primer año?

-En seguridad y confianza.

-¿Planteamiento para la próxima temporada?

-Quiero seguir rodándome y continuaré con los mismos apoderados, Enrique Peña y Luisito.

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