Esaú Fernández. Matador de toros

"El Cid es el 'culpable' de que haya crecido artísticamente"

  • El diestro camero fue operado este martes de rotura del gemelo izquierdo. Actuó el 12 de octubre con esta lesión, producida por un percance en San Miguel.

El diestro camero Esaú Fernández, quien sufrió rotura del gemelo izquierdo el pasado 27 de septiembre en la segunda corrida de la Feria de San Miguel, volvió a torear el 12 de octubre, lesionado. El doctor Domingo Jiménez, quien le intervenía quirúrgicamente ayer en el Centro Médico Hiniesta, explicaba tras la operación: "Todo ha ido bien. Tenía una cornada interna en el gemelo izquierdo, con una rotura muscular de siete centímetros, así como perforación y rotura de aponeurosis superficial. Hemos saturado la rotura de la fascia. El viernes le retiraremos el drenaje. Sorprende que haya aguantado tanto con este tipo de cornada porque duele bastante". Por su parte, el torero se mostraba feliz y afirmaba: "Estaré entrando antes de los diez a quince días que me ha aconsejado de reposo el doctor Domingo Jiménez, que es una maravilla".

-Esaú, ¿por qué toreó el 12 de octubre, sabiendo que no estaba en plenas condiciones?

-Porque uno es torero y está para torear. La empresa contó conmigo. Es mi plaza. Es Sevilla. Nadie sabía que tenía esa cornada interna que me propinó un toro al dar una larga cambiada a portagoyola. Tenía fuertes dolores y un gran derrame; pero no quise faltar a la cita, a pesar de la recomendación médica.

-¿Llegó a acusar la lesión en su actuación?

-Una vez que sale el toro no te acuerdas de nada; aunque tenía las molestias lógicas.

-En su segunda tarde no recibió al toro a porgayola...

-Si le digo la verdad, pensé hacerlo. Pero los toros salían muy parados y menos mal que no lo hice en el tercero, que salió andando. Además, quería que me vieran cuajar un toro con el capote.

-¿Qué balance hace de estas dos últimas tardes en Sevilla?

-Han sido muy importantes. He ganado en madurez y poso. Tenía un triunfo que se ha llevado la espada y que me ha cantado la prensa y los profesionales. Claro, si corto las orejas, hubiera sido mejor.

-¿Por qué el fallo a espadas?

-Porque los toros tienen hueso. Suelo ser mucho más seguro.

-En la corrida de San Miguel atacó muy lejos.

-No sé por qué ese día me puse en una distancia más larga de lo habitual en mí. Si no es por lo de la espada, salgo catapultado para 2016.

-¿Cómo valora su temporada?

-Ha sido corta en festejos en España, pero enriquecedora. He madurado como torero y como persona.

-¿Lo más significativo?

-Los indultos en Venezuela de un toro de La Viña en Cutervo y de otro de Campo Largo en Tovar. Y las dos tardes de Sevilla; sobre todo la de San Miguel con los dos toros, a los que cuajé; con uno bueno y otro con muchas teclas que tocar.

-¿Cómo ha evolucionado su toreo?

-He ganado en expresión artística. Llevo entrenando todo el año con El Cid y el maestro es el culpable de que mi toreo haya crecido artísticamente. Se ha preocupado mucho para que yo toree más puro y me pase el toro más cerca. Entreno todos los días en su finca de Las Pajanosas. Estas dos tardes se ha visto otro Esaú.

-¿Hasta qué punto le ha servido actuar en América?

-Económicamente, bien; y profesionalmente, para sentirme vivo.

-¿Cuándo torea allí?

-Volveré a Venezuela y el 14 de noviembre toreo en Maracaibo, sustituyendo al maestro Francisco Rivera Ordóñez Paquirri, al que mando un abrazo y deseo se recupere totalmente lo antes posible. Luego, a principios de febrero, lo haré en Mérida.

-¿Qué espera para 2016?

-Me continuará apoderando José Borrero. Espero que sea el año de mi despegue definitivo y de mi consolidación, con triunfos en Sevilla y Madrid ¿No dicen aquello de El toro de 5 y el torero de 25?... Pues yo cumplo 25 el próximo año y será mi temporada.

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