Toros

Sebastián Castella y Roca Rey, que impacta, salen a hombros

La corrida celebrada ayer en Granada, con media entrada, tuvo como protagonista a Roca Rey, que impactó y salió a hombros junto a Sebastián Castella. Se lidiaron toros de El Torero, desiguales de juego y dos sobreros de Albarreal, segundo y quinto. Enrique Ponce, saludos tras ovación con petición de oreja y aviso y saludos tras ovación; Sebastian Castella, oreja y oreja; y Andrés Roca Rey, dos orejas con petición de rabo y oreja.

Roca Rey conquistó la plaza granadina en su presentación. Enloquecó al público. Muy variado con el capote ante su lote, en su primera faena atornilló las zapatillas para pasarse al toro en escalofriantes muletazos cambiados por la espalda. Toreo de mando, con muletazos de mano baja en series en las que intercalaba muletazos por la espalda. Todo ello pasándose los cuchillos a escasos centímetros. Mató de gran estocada, que le valió las dos orejas con fuerte petición de rabo. Con el parado sexto, Roca Rey volvió a jugarse el tipo en una faena en la que arriesgó mucho.

Castella se las vio en primer lugar con un toro alto y basto, que fue devuelto. El sobrero de Albarreal tuvo mejores hechuras. Castella estuvo largo rato con él en una labor de superioridad y oficio. El quinto, un toro alto y grande al que le sacaron el pañuelo verde, resultó ser el mejor toro de la corrida. Tras la imposibilidad de devolverlo a los corrales, ni con los mansos ni guiado por un capote, Castella se dispuso a matarlo. Lo había dejado crudo en varas, así que era necesario instrumentar algunas series antes de entrar a matar y le formó un lío por ambos pitones. Tanto que el público demandó que siguiera toreando y él obedeció unas cuantas series más. El animal fue ovacionado en el arrastre y el presidente fue increpado.

Enrique Ponce, con oficio y entrega no pudo lograr grandes cosas con el que flojo animal que abrió plaza y se entregó ante el deslucido cuarto.

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