Toros

Firme Aguilar y bravo 'Camarín'

  • El diestro madrileño corta una oreja a un gran toro de Baltasar Ibán, que envía un encierro desigual Iván Vicente y Víctor Barrio, de vacío

vigesimocuarta de la feria de san isidro de madrid Ganadería: Corrida de Baltasar Ibán, en conjunto bien presentada y de juego desigual, con dos cinqueños, cuarto y quinto. Destacó el segundo, Camarín, un gran toro, fuertemente ovacionado en el arrastre y para el que se solicitó la vuelta al ruedo, denegada. TOREROS: Iván Vicente, de lila y oro. Gran estocada (saludos tras ovación). Pinchazo y siete descabellos (silencio tras dos avisos). Alberto Aguilar, de sangre de toro y oro. Estocada (oreja). Estocada (saludos tras ovación). Víctor Barrio, de grosella y oro. Pinchazo y estocada (silencio). Pinchazo y estocada (silencio). INCIDENCIAS: Las Ventas. Domingo 29 de mayo de 2016. Tres cuartos de entrada. Lluvia en el sexto. La infanta Elena de Borbón recibió sendos brindis de Iván Vicente y Víctor Barrio. Gran par de Alberto Zayas al tercer toro.

La vigesimocuarta de la Feria de San Isidro contaba con un cartel sin relumbrón -Iván Vicente, Alberto Aguilar y Víctor Barrio, con toros de Ibán-, por lo que el sector más crítico de Las Ventas anduvo en plan pacifista, a excepción de un conato contra el presidente por no conceder la vuelta al ruedo al segundo toro, un gran ejemplar, que fue la excepción positiva en un encierro en conjunto bien presentado y de juego desigual de la ganadería de Baltasar Ibán, tan apreciada en Madrid. Ese Camarín, bajo y bien hecho, hizo una buena pelea en varas. El público pidió que entrara una tercera vez al caballo; pero el matador no quiso arriesgarse a que perdiera cuerda y no lo colocó para ese tercer encuentro, por lo que los del "7" se pusieron en contra del diestro. El toro, con motor, acometió con prontitud y repetía y humillaba incansablemente tras la muleta de un Alberto Aguilar que le hizo frente en las afueras con firmeza y agallas tras ganar terreno con verónicas vibrantes y torear con variedad con la capa, destacando en unas chicuelinas, intercaladas con un farol.

La faena de Aguilar, en la que faltó por momentos reposo, fue sobria, pero sólida. Tras unos doblones logró dos series vibrantes con la diestra y otra con buenos naturales, rematados con un profundo pase de pecho. Rubricó la obra a lo grande, tirándose de verdad y colgándose prácticamente de los pitones, saliendo rebotado. Hubo petición de oreja, que el presidente concedió, y vuelta al ruedo para el toro, que el usía denegó, siendo ovacionado fuertemente el gran Camarín cuando era arrastrado por las mulillas.

Alberto Aguilar, muy dispuesto, no tuvo opción con su segundo, alto, de ancha cuna y mala condición, sin entrega y que se rajó de inmediato, tras una primera tanda en la que empaló por el pitón derecho al torero, que colgado varios segundos que fueron eternos se agarraba al cuerno contrario para desasirse hasta que, al fin, cayó a la arena violentamente, sin haber sido herido. Mató de casi entera.

Iván Vicente, correcto ante su lote, tuvo en primer lugar un toro con nombre archiconocido, Bastonito, de este mismo hierro, muy encastado y fiero, con el que se jugó la vida el maestro César Rincón en el San Isidro de 1994. El toro de ayer era bravo y noble y humillaba, con el defecto de puntear. El madrileño concretó un trasteo con suficiencia, pero sin emoción. Con el cuarto, complicado, Iván Vicente cumplió con firmeza, sufriendo un desarme por un tremendo hachazo. Con los aceros dio un mitin. El toro nunca se entregó; incluido en varas y banderillas, donde estuvo a punto de propinarle una cornada en la axila izquierda al banderillero sevillano Lipi.

Víctor Barrio quedó inédito. Con su primero, bajo, veleto, muy astifino, que resultó manejable, el diestro concretó una labor sin temple. Barrio recibió al grandote sexto con una larga cambiada de rodillas junto a las rayas. En la labor, bajo la lluvia, con un toro sin clase, tuvo pocas opciones al lucimiento artístico y cortó pronto su labor.

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