La idea de Joan Plaza para su segundo proyecto en el Unicaja es clara. El técnico catalán quiere un undécimo jugador profesional que refuerce el juego exterior, aunque la cúpula del club prefiere ocupar esta vacante con la cantera. Entre tanto, mientras entrenador y club acuerdan poner el broche a la plantilla o reabrir el candado, David Jelinek, uno de los jugadores que habían sido ofrecidos, fichó ayer por el Krasnye Krylya Samara ruso.

Con la decena de jugadores ya asegurada, Plaza busca un refuerzo en el perímetro para evitar que las vicisitudes de la temporada puedan afectar al juego cajista. El técnico está forzando para incorporar un quinto jugador exterior. No obstante, desde la entidad de Los Guindos se prefiere no realizar desembolso alguno ahora y guardar un remanente para afrontar posibles fichajes de temporeros durante la campaña. Se presume que Maodo Nguirane será el quinto pívot verde la próxima temporada, por lo que el remate que busca el entrenador catalán será en el juego exterior.

Era ahí donde encajaba el perfil del checo David Jelinek. El ex del Laboral Kutxa, que promedió el pasado año 5,2 puntos y 3,5 de valoración, cerró su fichaje por el Samara ruso. Jugará allí una temporada, cayéndose de la terna de posibles para ocupar esta vacante.

Se cierra una puerta, pero existen muchas otras en el mercado. Tirar de cantera o acceder a las peticiones de Plaza es la disyuntiva que se extiende en el Unicaja. Lo que sí está claro es que, en caso de acometer un nuevo fichaje, la suma a gastar no será demasiada.