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El Unicaja evita un lío

  • Mastica una incómoda pero valiosísima victoria (82-73) ante el Cedevita de Repesa Un triunfo en Berlín la próxima semana metería de manera matemática en el 'Top 16' a los de Plaza

El Unicaja evitó un lío serio y tiene el Top 16 a tiro de una victoria más con cuatro partidos por jugar. Después de masticar durante 40 minutos a un incómodo Cedevita, consiguió un sabroso triunfo (82-73), más trabajado que brillante, pero valiosísimo. Mientras, por ejemplo, Valencia y Baskonia penan para lograr una plaza el Unicaja palpa ya por undécima ocasión consecutiva ese sugerente tramo de competición. Una victoria en Berlín la próxima semana lo dejaría hecho matemáticamente. Una derrota ayer hubiera supuesto un embrollo serio de importantes dimensiones. No se dio.

No está redondo, no obstante, el Unicaja en este tramo de calendario. Va reajustando roles con la recuperación de los lesionados y hay jugadores esenciales, como Granger, lejos del mejor nivel. La mejor característica de este equipo es la fiabilidad y la competitividad. Es un valor impagable este último, porque se disfrazan las carencias y los malos momentos. Un buen Cedevita, con varios jugadores muy interesantes, le hizo bastante partido, durante muchos momentos el Unicaja se veía incomodísimo, como enmarañado en la tela que Repesa había tejido. Pero el Unicaja supo desembarazarse y manejar con la suficiencia bien entendida del que se sabe superior.

Quien conoce un poco a Repesa sabe bien de su debilidad por Roko Leni Ukic, que en los comienzos del siglo parecía que dominaría Europa y después se quedó en un buen jugador con tramos brillantes. Su carrera, no obstante, le ha llevado por seis clubes de Euroliga y ahora es capitán general del Cedevita. Tiene las llaves del equipo, como Repesa quería dárselas en Málaga antes de que el croata se decidiera por el Panathinaikos y el Unicaja fichara a Marcus Williams, que ayer batiera el récord de asistencias(17) de la historia de la Euroliga con el Estrella Roja en Estambul. En fin, historias cruzadas del baloncesto. El caso es que Ukic asustó al Unicaja con 15 minutos de partido en los que rompió como cuchillo en mantequilla la defensa malagueña, para anotar o generar juego (13 puntos y cinco asistencias al descanso). Ukic fue el hilo conductor del partido, porque cuando el Unicaja consiguió desactivarlo en la segunda mitad, aunque emergiera gigantesco Miro Bilan, el partido cambió de bando. Cuando se entonaba Ukic, el partido se comprimía. Empezó tirando del carro Vasileiadis con dos triples, le tomó el relevo un Golubovic que transmite peor sensación que su rendimiento en números (13 puntos y nueve asistencias para 20 de valoración en 17 minutos). En un parpadeo hizo nueve puntos y capturó siete rebotes. Se le ven las costuras por su aparente falta de sangre. Es un jugador muy válido, pero carece de la contundencia defensiva de Fran Vázquez, que hizo un partido numéricamente normal pero quizá más importante para la victoria que el montenegrino.

No acababa de dominar el Unicaja el partido, le costaba encontrar continuidad. Se oía más al centenar de aficionados croatas en las gradas que a la afición local, algo adormilada. Toolson estiraba el marcador (35-29) con su letal tiro de media distancia, pero el Cedevita resistía con cinco puntos antes del descanso de Marko Arapovic, hijo del tosco Franjo, campeón de Europa y subcampeón olímpico al calor de Drazen Petrovic. Su hijo parece más refinado (44-41).

La tónica de igualdad siguió tras el descanso, pero el centro de gravedad de peligrosidad se desplazó esta vez al juego interior, con el gran Miro Bilan, que el año que viene seguramente estará en un contendiente de Final Four. Domina todas las suertes del pivot clásico, también el pase. Una máquina de producir (21 puntos, ocho rebotes y 29 de valoración). El Unicaja hacía amagos de ruptura, pero se quedaba en los huys. Metió dos triples Suárez, cogiendo peso en el equipo, Vasileiadis rapiñaba astutamente tiros libres, se hacían buenas defensas... Pero el Cedevita seguía pegado a la espalda.

Se entraba en el cuarto final con bastante igualdad (66-65 tras canasta del muy interesante Arapovic, con cuatro ojeadores de la NBA en la grade escrutándole). El Unicaja ganó el partido desde la defensa. Dejó en 10 puntos al Cedevita en el último periodo, aunque es cierto que a Ukic, espejo de su carrera, le abandonaron las musas.

Kuzminskas, en su madurez también en momentos decisivos, irrumpió con ocho de sus 14 puntos en este periodo para liderar el despegue. Fran había sellado el aro propio, Toolson producía hasta los 19 puntos y Repesa acabó sacando la bandera blanca sólo en el último minuto. Un difícil compromiso sellado y el Top 16 ahí cerquita. Hay que valorarlo también. Por cómo se gana sin estar cerca del tope de posibilidades. Una buena señal.

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