El Unicaja va pulverizando registros a medida que avanza la temporada en la Liga Endesa. Su marca de 10-1 es la mejor de la historia de la entidad en este momento de competición, hay que remontarse a la temporada 2005/06, cuando se quedó primero en la Liga regular y se alzó el título, para encontrar una instancia más avanzada de la competición en la que se fuera primero. A falta de jugar contra Real Madrid y Barcelona (y que los dos gigantes se midan entre ellos) quedan seis jornada para terminar la primera vuelta. Se ha ganado en las pistas de Valencia, Baskonia, Gran Canaria y Murcia. Lugares donde era frecuente perder en las últimas temporadas y ahora se campea. Donde no hace mucho había cuentas, tres años infructuosas, para entrar en la Copa ahora se detenta un hueco de dos triunfos sobre el quinto clasificado, con un average sustancialmente mejor, la frontera que marca ser cabeza de serie o no en la competición copera.

Desde el punto de vista numérico, el Unicaja es el segundo máximo anotador de la competición (80.2) y la segunda mejor defensa (70.2), siendo el cuarto equipo que menos falta realiza. Madrid y Barcelona, respectivamente, lideran esos apartados. El cuadro de Joan Plaza es el segundo que más asistencias reparte (18), el que más mates realiza (3.9 por 2.8 del segundo), el tercer más valorado con 94.4. Tiene el mejor porcentaje de tiros de dos (56.1%), con Golubovic y Fran Vázquez (71.1% y 66.1%) como los más infalibles de toda la ACB, síntoma de que reciben balones en buenas condiciones para decidir. El rebote, en el que fue el mejor equipo el año pasado durante buen tramo en ACB y Euroliga, es uno de los campos de mejora, es el octavo (33.8).

Los números explican en buena parte por qué el Unicaja está tan arriba, como nunca desde 2006, en la ACB. Pero hay también otros factores, evidentemente. Joan Plaza insiste en que el equipo está lejos de su tope, que está trabajando pensando a largo plazo, introduciendo conceptos que no se emplearán hasta enero o febrero, cuando el Top 16 o la Copa del Rey exijan soluciones distintas por el tamaño de los rivales. Seguramente cuando Dimitris Itoudis ordenó esa zona presionante que bloqueó al equipo durante ocho minutos Plaza dudó si tirar o no del catálogo. La trascendencia relativa, por más que ganar a todo un CSKA sea un chute de autoestima inestimable, hizo que el arsenal no se destapara. Quienes observan en el día a día los entrenamientos del equipo aseguran que el nivel es enorme, como hacía mucho tiempo que no se veía. Que la intensidad y los niveles de acierto son tremendos. Recientemente más de un ojeador de la NBA lo constató en persona y aventuró algo grande para este equipo.

El técnico ha sabido convencer a todo el que trabaja a su alrededor de su importancia en el engranaje, crear una piña impenetrable, una unidad que se comprueba en momentos de la rueda de prensa del pasado domingo, cuando hizo una defensa encendida de la primera fase Euroliga que ha hecho su equipo, que él considera menospreciada desde los medios.

Es un Unicaja de récord. No se ganó ningún título en diciembre, pero sí se pierden desde enero. Es el momento de crecer.