Las magníficas trazas de este Unicaja tienen un punto de preocupante fragilidad. Sin la contundencia para sentenciar partidos muy a su favor por sus méritos y buen juego, los rivales pelean y buscan cosquillas para arrebatarles victorias que tiene en su mano. El partido es de color verde hasta que se sale del carril diseñado, hasta que el rival eleva la intensidad y el equipo de Joan Plaza la reduce. Y el CAI volvió a hacerlo ayer (82-76).

Ha ocurrido muchas veces, demasiadas, en las últimas semanas. Las suficientes para constatar que no es una casualidad por la contumacia vista. Berlín, Limoges, CSKA, ayer Zaragoza... Ejemplos hay varios. Y es un problema serio, diluye las expectativas generadas. No es algo irreparable en diciembre, se atraviesan baches así en el proceso de confección de un equipo, pero pronto llegarán los puntos de no retorno, el Top 16 y la Copa. Y sería una pena que se fuera por el sumidero una oportunidad de hacer algo grande.

El Unicaja dominaba ayer por 15 puntos entrado ya el tercer cuarto, tras un primer tiempo equiparable a los mejores tramos de juego de la temporada, con un despliegue similar al que se exhibió cuando se venció en Vitoria, Valencia o Las Palmas. Seriedad, solvencia, acierto, buena intensidad defensiva, seso para manejar las riendas... La mejor versión del cuadro adiestrado por Joan Plaza. Como a él le gusta, de manera coral, sin una voz más alta que otra pero como una apisonadora común.

Primero dio Toolson, más tarde Kuzminskas y también Stefansson, bien recibido en su casa durante tres temporadas y con buen tino para anotar. Así fue construyendo una interesante renta el Unicaja, por encima de los 10 minutos. Con Will Thomas en pista, a tiempo para echar un cable aunque estuviera dolorido, y Caleb Green con problemas de faltas, Plaza incluso metió en la rotación a Kenan Karahodzic durante seis minutos para dar un refresco sin que se notara. Norel hacía daño al principio, pero poco a poco fue contenido por la defensa cajista. El CAI erraba tiros y podía incluso correr bien el Unicaja. Así se llegaba con una renta de 13 puntos (31-44) al descanso, con las perspectivas de otro triunfo que permitiera perpetuarse en la cabeza de la Liga Endesa. No había indicios de que pudiera suceder lo que vendría si no fuera porque se había repetido con frecuencia en el último mes. "Jugamos mejor con el marcador igualado y cuando hay tensión que con un colchón de ventaja", analizaba tras el partido el secretario técnico, Carlos Jiménez. Es la sensación que existe. Ante rivales menores hay margen de maniobra para reconducir la situación, pero no contra un equipo como el CAI que ayer se jugaba muchas de sus papeletas para estar en la Copa del Rey.

Tuvo cinco minutos tras el descanso el Unicaja para hincarle el diente al partido y destrozarlo. El CAI denotaba nervios y tensión, incomodidad. El bloque cajista redujo la intensidad y no percibió peligro enfrente. El asunto es que se metió en una espiral de poca anotación, dos puntos apenas en seis minutos. Y el CAI, guiado por Llompart y los primeros zarpazos de un Landry contra el que no se encontraría antídoto, redujo a cinco puntos (41-46) antes de un impresionante recital de dos minutos de Toolson, en el que metió tres triples, los dos últimos fabricándoselos donde no había resquicio. Devolvió la decena de puntos de renta (43-55) y aquello pudo interpretarse como que el aviso se había captado y que no habría problemas para sentenciar el triunfo.

Nada fue así. Con nueve puntos de renta (50-59) se entró en el último cuarto. La ventaja se fue menguando. Siguen sin estar pletóricos ninguno de los bases del Unicaja y lo está notando el equipo. En el CAI se fue enganchando gente para atacar el aro. Despertó el interesante Jelovac, también Robinson. Llompart dividió la defensa malagueña. Y delante nada era igual, llegó el colapso definitivo. Con acierto se pueden tolerar 32 puntos del rival en los 10 minutos finales. Si no, la derrota está cerca. Kuzminskas pasó de lado en la segunda mitad cuando estaba en un día inspirado. Y el Unicaja entregó el liderato en Zaragoza, incapaz de invertir una tendencia. Hay grandes mimbres, buenas sensaciones. Pero con regalos así el techo es más bajo.

Ficha técnica:

82 - CAI Zaragoza (18+13+19+32): Llompart (13), Sastre (2), Robinson (13), Landry (18), Norel (12) -cinco inicial- Lisch (9), Pére Tomàs (-), Fontet (2) y Jelovac (13).

76 - Unicaja (19+25+15+17): Granger (2), Toolson (16), Carlos Suárez (2), Green (11), Fran Vázquez (8) -cinco inicial- Markovic (2), Thomas (7), Kuzminskas (12), Stefansson (12) y Golubovic (4).

Árbitros: García González, Guirao y Sacristán. No hubo exclusiones por personales.

Incidencias: partido correspondiente a la duodécima jornada de la Liga Endesa disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 8.493 espectadores.