18 partidos de ACB, con 15 victorias y sólo tres derrotas. 14 partidos de Euroliga, con cuatro victorias y 10 derrotas. Existen muchos factores que intervienen en una y otra secuencia. El año de Repesa, predecesor de Plaza en el banquillo, se vivió una situación inversa. La mejor temporada cuantitativamente en Europa (15-9) de balance y una triste campaña doméstica, sin presencia en Copa y play off. En el propio seno del Unicaja cada cual al que se cuestiona tiene una propia teoría. Desde la simple dinámica, ganador y perdedora, hasta el mejor conocimiento de Plaza de la competición liguera, sin que obste para el de la Euroliga, pasando por el mayor nivel físico de ésta. Desgranar los números no lo explicará todo, pero igual ayuda a entender el porqué.

El Unicaja prepara con mimo el partido del próximo viernes ante el Fenerbahce. Encuentro complicadísimo por la entidad del rival, una plantilla costosísima en las manos de Zeljko Obradovic, el señor de la Euroliga. Tras tropezar la pasada campaña, en ésta la mirilla está puesta en la Final Four. Funciona mejor el equipo que el año pasado, aunque traquetea algo. Perdió en casa ante el CSKA y el Olympiacos, primer escalón del grupo. Pero Joan Plaza piensa que es posible estar ahí y competir esas siete victorias.

Los números de la Euroliga son curiosos. Existe un dato revelador. El Unicaja promedia 83.6 puntos de valoración por partido y los rivales 82.1 ante él. O sea, que pese a ganar cuatro encuentros y perder 10, la valoración total es 1.5 puntos superior a los contrincantes. Una de las razones que explica esa circunstancias es que se cometen seis faltas menos de media (16.8) de las que se reciben (22.8). El nivel físico de la Euroliga está un escalón por encima del de la ACB. Por más que el Unicaja ha ganado a tres de los equipos españoles en la máxima competición (Madrid, Laboral Kutxa y Valencia, ahora rebotado en la Eurocup) y sólo perdió contra el Barcelona en la prórroga.

El equipo malagueño es el mejor reboteador ofensivo de toda la Euroliga (15.5). Su media baja a 11.5 en la ACB, pero es que el nivel de acierto en el lanzamiento oscila de una manera significativa entre las dos competiciones. Se falla apreciablemente más en Europa que en España. ¿Mejores defensas? ¿Dinámica negativa que tensiona los brazos? Habrá un poco de todo, pero llama la atención que el Unicaja promedia, como poco, un 5% de acierto menos en cada sector de tiro. 48.8% en Euroliga en tiros de dos (53.9% en ACB), 29.2% en triples (37.7% en España) y, quizá lo más llamativo, 74.9% en libres contra 79.8%. Es decir, en los lanzamientos sin oponentes también hay menos acierto. Ello hace que, pese a esa gran cantidad de rebotes de ataque, se promedie 7.5 puntos menos (74.6 por 82.1) en competición continental, donde se recibe 77.5 por 74.7. La defensa está más pareja entre las dos competiciones.

En el resto de estadísticas la diferencia es menos apreciable, siempre con mejores números para la ACB como refrendan los triunfos y la valoración (94.8 propia por 75.1 del rival). Se asiste mejor (16.9 por 15.4), se tapona más (2.6 a 2.1), se pierden menos balones (12.1 por 13.3). Sí se rebotea mejor en defensa (23.6 por 22.7) y se recuperan más balones (4.7 por 3.4).

Los números, pues, explican algo de esas dos caras que se están viendo en los dos últimos meses de competición, con ocho derrotas consecutivas, peor racha de la historia del club, en competición continental. El Fenerbahce este viernes debe servir como punto de inflexión para cambiar la tendencia de victorias y derrotas. Los números europeos indican que los triunfos no están tan lejos. Falta traducirlos adecuadamente.