El baloncesto europeo de clubes vive momentos de cruce de caminos, de pretendida reconstrucción, de toma de decisiones. En Estambul se celebran los 15 años de la nueva Euroliga, la del cisma entre los clubes (ULEB) y la FIBA. Llegan desde el Bósforo mensajes triunfalistas de Jordi Bertomeu sobre el crecimiento de la competición y sobre un futuro sólido que, según a quien se pregunta, no es tal. La FIBA está moviendo hilos para recuperar el control del baloncesto de clubes. "Son los clubes los que organizan la actual Euroliga, sus propietarios. Así que dudo que quieran ponerla en manos de otros. Si a los clubes se les ofrece mucho más dinero lo escucharán, evidentemente. Pero no sé si querrán perder el control", decía Bertomeu.

En Estambul están Eduardo García y Carlos Jiménez, presidente y secretario técnico del Unicaja. En solfa lleva tiempo que el equipo malagueño sostenga la licencia A de la Euroliga. En declaraciones al programa Showtime de la Cadena Cope, Bertomeu explicaba sobre el particular que "hay un regla con un límite de 7 equipos para España, que podría ser de 8 si el campeón de la Eurocup fuera español. Cuatro equipos en Euroliga y tres en Eurocup. Habrá tres licencias A, que se decidirán según el ranking de resultados de 2009, y otro que saldrá de la clasificación de la ACB. Cualquier equipo entre los tres o cuatro primeros y que no tenga licencia puede ir a la Euroliga (sic)", fue el difuso comentario del presidente de la Euroliga cuando se le preguntó por la situación de la ACB y las licencias. Insistió en que desde el 29 de enero ya tienen los clubes y ligas los criterios.

En Estambul no se ha confirmado que las licencias vayan para Real Madrid, Barcelona y Baskonia, pero es la perspectiva que existe. De cualquier forma, en el Unicaja tienen plena tranquilidad respecto a lo que ocurrirá la temporada que viene: se jugará en la mejor competición. "El Unicaja tiene posibilidades muy altas de jugar la próxima Euroliga viendo cómo lo está haciendo en la ACB", fueron las palabras de Bertomeu cuando se le cuestionó por específica exclusión.

El nuevo formato dejará 13 licencias A, siete B y cuatro invitaciones (wild cards). Se elimina la fase previa de las últimas temporadas. Esas cuatro invitaciones amplían el margen del maniobra de la competición. Y ahí entra el compromiso, no reconocido por ninguna de las dos partes pero existente, para que el Unicaja esté en la mejor competición un año más, como en los últimos 15.

Ante el órdago de la FIBA, que ha contactado con clubes de todo el continente para tantear su disponibilidad (ayer circulaba un documento con hasta 10 opciones propuestas de competición), la Euroliga diseña su propio. "Nos hemos reunido con un grupo de 11 clubes para trazar cuáles son los planes de trabajo hasta 2018. Después con ocho ligas. Es un debate muy intenso y productivo", decía Bertomeu. En la Final Four habrá un nuevo encuentro. Y en julio en Barcelona se desvelarán cuáles serán los 24 clubes que jugarán la Euroliga en 2015/16.