La Supercopa de España estuvo en el limbo durante 17 años, desde 1987 a 2004. Desde la edición de Vigo, en la penúltima década del siglo pasado, hasta la vuelta en Málaga cambió bastante el baloncesto. Tras acoger las ediciones de 2004 y 2006, la tercera edición, que se recogía en el protocolo firmado entonces, ha tenido que esperar hasta otra década nueva, en 2015. Es simbólico el regreso del equipo malagueño, que en sus dos últimas participaciones en la competición lo hizo como campeón de Copa en Granada'05 y como campeón de Liga en Málaga'06. Desde entonces, las tribulaciones deportivas y algún criterio de selección no muy claro (en 2009 no acudió siendo vigente subcampeón de Copa y tercero de la ACB) impidió el regreso cajista a esta competición, fomentada como primer pico de interés de la temporada. Es significativo que Joan Plaza sea el segundo entrenador que dispute la competición como técnico cajista tras Sergio Scariolo.

Es la duodécima campaña consecutiva de la competición, que parece consolidada en el calendario nacional con el formato de cuatro equipos. Va creciendo también fuera de la pista la Supercopa. En esta edición se añade la Fan Zone que normalmente se usa para la Copa del Rey. No tan ambiciosa, pero en el Muelle Uno estará expuesta la Supercopa y los diferentes patrocinadores (KIA, Endesa, Orange, Plátano de Canarias y las instituciones organizadoras) tendrán sus espacios. Allí se jugó, a caballo con Los Guindos, la última edición de la Minicopa. En esta ocasión se disputará un trofeo 3x3 en diversas categorías, organizado por la Federación Andaluza.

La ACB está exultante por la respuesta previa de Málaga a la Supercopa 2015, con todas las entradas vendidas, algo que no había ocurrido recientemente. También es una manera de sembrar para que la Copa del Rey no tarde en volver a la Costa del Sol. Antes de que acabe la década lo hará.