El Unicaja está sufriendo un éxodo en la cantera en las últimas temporadas. La opción que ofrece Estados Unidos, en el que se puede compaginar la carrera universitaria con el deporte no profesional, permite a los jóvenes poder jugar al baloncesto sin obviar el tema académico. En España el sistema educativo no permite tantas facilidades y son pocas las excepciones en el mundo de la canasta. Sin embargo, pese a que el conjunto malagueño ha visto marchar en los últimos años a algunos de sus valores más pujantes, en Los Guindos no le pierden el ojo de cara a un futuro a medio plazo.

"Son decisiones personales y cuestiones entendibles", explica Carlos Jiménez, secretario técnico del club malagueño. "Buscan un entorno mucho más completo de formación, ya no sólo a nivel deportivo sino académico", asevera el madrileño, que manifiesta que "es la alegría de que van evolucionando y con una base de la formación que han recibido aquí, que seguro que les ayudó".

"Esa ilusión de haber generado empatía y vínculos con ellos puede hacer que en el futuro, si surge la ocasión, podamos disfrutar de ellos. Siempre hay buena relación y cercanía. Intentamos mantener una línea de conctacto", asegura el secretario técnico cajista.

Uno de esos nombres apuntados en rojo es el de Francis Alonso. El base malagueño, perteneciente a la exitosa generación del 96, ha sido uno de los hombres más importantes de Juan Antonio Orenga para entorcharse el oro del Europeo sub20. El malagueño fue clave para llegar a la final, con dos actuaciones de mérito ante Letonia, en cuartos, y Alemania, en semifinales. Por él pasó el ritmo del último partido y fue el encargado de levantar el trofeo que le acreditaba como el mejor conjunto de formación de Europa.

Alonso cumplió la pasada temporada el primer año en la Universidad de Greensboro, en Carolina del Norte y le quedan otros tres años para completar el ciclo universitario, algo que tiene como seguro. "Todavía tengo tres años por delante. En cuanto a baloncesto, quiero seguir progresando y a nivel colectivo nos gustaría llegar al March Madness", manifestó el base.

A partir de ahí, el malagueño será libre de elegir su destino y desde el Unicaja están muy pendientes. Precisamente el base habló para el club poco después de ganar el Europeo. "Me encantaría poder vivir del baloncesto, es mi deseo. El sueño es poder hacerlo vistiendo la camiseta del Unicaja en el Martín Carpena con el dorsal 10", asegura Alonso, hijo del extécnico cajista Paco Alonso, ahora en los equipos de cantera.

Sin embargo, los inicios no fueron fáciles para Alonso. "El primer año fue complicado, en una ciudad como Boston, con 24 grados bajo cero muchos días. Fue un cambio muy radical, además sin contar con tu familia. Esos momentos de soledad y dificultad te hacen ser más fuerte para afrontar las cosas", dice un Alonso más maduro que el que salió de casa.

No es el único jugador que vigila el Unicaja. Otro de los valores pujantes de la cantera es Rubén Guerrero, un año mayor que Francis Alonso. El marbellí también se fue a Estados Unidos y cumplió su segunda campaña en la Universidad de South Florida. Le quedan dos temporadas más para cumplir el ciclo universitario y su objetivo es volver a Europa para competir al más alto nivel.

Para cubrirse las espaldas, el conjunto malagueño le ha realizado una oferta, ejerciendo el derecho preferencial en la ACB, según informaba Diario Sur. También lo han hecho con Domantas Sabonis, aunque el futuro del lituano está ligado a la NBA, donde ya ha sido drafteado por los Orlando Magic y traspasado posteriormente a los Oklahoma City Thunder. Estas ofertas confirman el seguimiento de los malagueños a los jugadores que han salido de la factoría de Los Guindos. También están haciendo las Américas Víctor Ruiz, Andrés Aguado y Enrique Cortés, aunque en un perfil menos competitivo que los anteriormente mencionados. A pesar de haber salido de Málaga, los canteranos no descartan hacer un viaje de ida y vuelta que les lleve hacia el Carpena.