El mecano del Unicaja empieza a funcionar. Joan Plaza, los informes dicen que sin barba, no tomará el bastón de mando hasta el próximo lunes, cuando comparecerá para valorar el verano y hablar de la plantilla. Pero el resto ya se ensambla. Antes de los internacionales, el último en aterrizar fue Kyle Fogg. El base californiano se fue directamente a hacer algunas de las pruebas físicas y médicas obligatorias para todo el equipo. Será presentado el próximo martes.

"Sólo es mi segundo día en Málaga y ya estoy enamorado de la ciudad. Bendecido y agradecido por donde el baloncesto me ha traído", decía a través de las redes sociales Trevor Mbakwe. El pívot americano de origen nigeriano ha visto reducido su caché bastante, casi a la mitad de lo que percibía en Tel Aviv. Pero ha llegado al sitio adecuado, según se desprende de sus palabras. El sector americano (habrá cinco, aunque tres con pasaportes de Croacia, Nigeria e Italia) parece congeniar, pero al final harán de bisagra los nacionales.

Uno de ellos, Alberto Díaz, que este año llega con la tranquilidad de tener un puesto fijo tras su notable regreso de la anterior, cuando el mismo día de presentación aún no sabía cuál sería su futuro. "Es una temporada ilusionante, es importante estar en la dinámica del primer equipo, con la cabeza en la pretemporada y en unirse con los compañeros. Sí, estoy mucho más tranquilo que el verano pasado", decía Alberto, que, cuestionado por si sería uno de los capitanes tras las marchas de Fran Vázquez y Markovic, decía que "no son cosas que piense ahora, no creo que haya un sólo capitán. Todos lo debemos llevar a buen puerto la nave". Normalmente, Plaza reparte entre los jugadores las atribuciones del capitán. Será Díaz uno de ellos.

Los jugadores pasaron por el Hospital Quirón y, después, acudieron al Carpena para realizar diferentes test a las órdenes del preparador físico, Diego Vázquez, con los que tener claros los parámetros sobre los que trabajar. Desde la flexibilidad de los tobillos hasta las pisadas y la potencia muscular.