Sorprendió ver a Joan Plaza durante el verano sin barba. Y parece que el cambio de look, que le ha tenido 20 años con vello facial, es duradero. "Si en algún momento en mi vida me la dejé como coraza, ahora no la quiero. Quiero ser yo, si he asustado a la gente por eso, ahora no. Soy normal, afable. No es ninguna apuesta, ningún karma. Pretendo tomarme las cosas con más tranquilidad, pero con el mismo deseo. He trabajado y leído mucho este verano. Creo que la experiencia del año pasado fue muy buena aunque alguno me diera el pésame. Y quiero mirar hacia delante. Cuando me dejé la barba sólo la tenían Pepu y alguno más. Ahora todo el mundo quiere ser hipster", bromeaba Joan Plaza.

El entrenador contó la anécdota de que "hasta unos amigos de mis padres les dijeron que me habían visto más amable. ¡Y no hablé con ellos!. También mis sobrinos están ahora más receptivos", prosiguió un Joan Plaza que se mostró distendido durante un par de horas en el desayuno con los medios que celebró en el Pórtico de Velázquez.: "Quiero creer que la gente confía en mí. No un bocazas ni nadie con glamour. Ser feliz y hacer feliz a mucha gente. La barba tiene que ver con todo esto. Quiero transmitir buenrollismo".