La relación de Adam Waczynski con el Unicaja parece que va tomando forma tras un comienzo un tanto insulso, aunque al ralentí. A su llegada a Málaga, al capitán de la selección de Polonia se le fue detectado un problema físico en unas de sus rodillas que hizo temer en el club la repetición de un nuevo caso Mbakwe. Otra vez la atención estaba puesta en las rodillas y otra vez le tocaba el turno a uno de los fichajes. Sin embargo, parece que, en esta ocasión, los derroteros de Waczynski evolucionan de forma positiva, mas, hay que ser prudentes. Hasta el lunes, previo paso por Benahavís, no se conocerá si, finalmente, el polaco vestirá con la equipación cajista durante toda la temporada que se avecina.

Toca remitirse a los hechos. Ayer fue la primera vez que Adam estuvo a disposición de Plaza para ejercitarse al mismo ritmo que sus compañeros desde que aterrizó en Málaga al filo de la medianoche del lunes. A pesar de las molestias que arrastra, ocasionadas a lo largo del PreEuropeo según comunicaron los galenos del club, los técnicos no consideraron necesario que realizara trabajo en solitario para proteger sus articulaciones de cualquier posible contratiempo. El objetivo es otro: quieren que Waczynski se acople con celeridad al resto del grupo. Buscan que la química brote y que asimile el abultado libro de conceptos de Joan Plaza. Dos tareas muy laboriosas para las cuales es fundamental acumular horas de entrenamiento.

El tiempo de adaptación será limitado, tan solo tendrá por delante tres días, porque Unicaja pretende que, si no ocurre ninguna incidencia, se vista de corto el domingo en Benahavís. La XIX Copa de Andalucía, en la que los malagueños medirán fuerzas ante el Real Betis Energía Plus, será la primera plaza en la que toreará el polaco. Partido que, además, servirá al conjunto cajista para ponderar la respuesta de las rodillas.

Porque el día señalado será el lunes. Al inicio de la próxima semana, los directivos del Unicaja se reunirán con el jugador y su representante, el alemán Ingo Wolf, para debatir el futuro del alero. En este baile a tres, se pondrán sobre la mesa las condiciones de las partes para sellar, de una vez por todas, una relación que se prolonga desde los albores del verano, cuando Unicaja puso sus miras en el ex jugador del Obradoiro. No obstante, si Unicaja considera que las rodillas de Waczynski no alcanzan el nivel exigido para competir dos veces por semana, ese acuerdo no llegaría a firmarse. De esta manera, por segunda vez en lo que va de pretemporada, el Unicaja se vería obligado a rastrear el mercado en busca de jugadores para cerrar una plantilla que parecía finiquitada hace varias semanas.