Unicaja

El efecto rebote

  • Por primera vez desde 2000/01 el Unicaja inicia una temporada sin Euroliga. Un bloque con seis fichajes y rejuvenecido, salvoconducto.

La temporada 2000/01 fue la última en la que el Unicaja no jugó la Euroliga. Aquella campaña conquistó el primer título de la historia del club, la Copa Korac. 15 años después comienza una temporada indefectiblemente distinta. Caerse de la superélite europea tiene más ventajas que inconvenientes, no hay que engañarse. Pero los alicientes y las motivaciones son múltiples para volver. A veces se necesita una sacudida, como cuando se atraviesa un problema de salud para comprender qué poco valoramos cuando es buena y no hay contingencias. Una vez se recupera, todo se ve de otro color.

Empieza la ACB, no la Eurocup. Pero una cosa va ligada a la otra. El objetivo de partida en la Liga Endesa es ser el mejor equipo sin licencia, es decir, el mejor descontando a Baskonia, Madrid y Barcelona. La competencia es altísima. El Gran Canaria luce título, el Valencia chequera para consolidarse como el tercer presupuesto de la Liga. El Unicaja busca su lugar, que pareció recuperar en las dos primeras temporadas de Joan Plaza, con dos semifinales muy bien competidas ante Madrid y Barcelona. No se anduvo lejos de la final. El retroceso fue evidente la campaña anterior. Ausencia en la Copa y 2-0 en cuartos. Y Bilbao, UCAM, Fuenlabrada o Tenerife quieren crecer.

El empedrado tuvo algo de culpa en esa involución, pero el análisis debió hacerse desde la crítica de los problemas del interior. Se ha confeccionado una plantilla diferente. A priori, cuando en verano se cerraban fichajes, quizá no correspondía al teórico cliché en el que se suele colocar a Joan Plaza. Abundancia de jugones, mucha capacidad anotadora, más exteriores que interiores (si se contaba con el puesto 12 con una previsible poca participación de Okouo) y más perfiles de jugadores anárquicos de lo habitual en plantillas del entrenador catalán. Pero él mismo reconoce que hay que evolucionar, captar hacia dónde tiende el baloncesto. Suele referir Plaza la Final Four o las finales de la NBA como ejemplos en los que apenas hay jugadores por encima de dos metros en los instantes decisivos de los partidos.

Hay que conjugar esta aparente verticalidad y agresividad con la capacidad de esforzarse atrás y rebotear. Los equipos de Plaza suelen ser top en Europa en los rechaces, pero eso requiere mecanismos de engranaje que no se adquieren fácilmente. Y la adaptación de la plantilla va con retraso. Prescindir de Mbakwe por sus problemas de rodilla propició que hubiera que salir al mercado. La opción que más convenció, N'Diaye, tenía el peaje de no disponer de él hasta dos semanas después. Aún no está en Málaga y se le espera para la próxima semana. También estuvo en el alambre la continuidad de Waczynski después de que se le detectaran problemas en sus rodillas. Vistos los precedentes hubo una cura de salud colectiva. Se arregló el tema contractual para que el polaco, el primer fichaje que se pactó y el penúltimo que llegó, pueda formar parte de la plantilla.

26.1 años y 2.00 metros son las medias de edad y altura en la plantilla del Unicaja. La mitad sigue y la mitad es nueva. Se ha rejuvenecido el plantel. Sólo Lafayette y Suárez están en la treintena y habrá tres jugadores por encima de 2.13 metros, algo inusual en la historia reciente del club. En la estructura de la plantilla hay cinco jugadores capaces de jugar de uno y dos, dos aleros, dos ala-pívots y tres cincos puros, de difícil combinación estos últimos en pista. Ocho jugadores para tres puestos y cuatro para dos. Es cierto que se ha visto a tres bases de manera simultánea en pista en pretemporada, también que no es raro ver a aleros de dos metros, como son Waczynski y Díez, jugar como cuatros en momentos determinados en el baloncesto moderno. Pero habrá que ver cómo gestiona Plaza sus piezas. El hecho de que haya dos canteranos en el plantel, Alberto Díaz y Viny Okouo, le da más identificación al equipo y sentido al trabajo de cantera. Si bien, la supresión del Clínicas Rincón menguará la capacidad de suministrar de manera inmediata recambios para problemas físicos. Ello ha propiciado que Juan José García, ala-pívot dominicano de 2.01 metros que ha realizado un trecho importante de la pretemporada, se quedará para reforzar el trabajo, al menos en estos dos primeros meses. De primeras no tendrá ficha, pero es posible que se le haga si hay percances.

El Unicaja, pues, afronta una importante temporada 2016/17, con el anhelo de regresar a la Euroliga. En esta Liga Endesa impar habrá muchos atractivos, no ha salido tan mal parada tras la entrada de la NBA a saco para esquilmar talento joven. El Unicaja siempre ha tenido en este siglo un hueco en la aristocracia de la competición salvo en el trienio ominoso de principios de la década. Ahora, despojado de la licencia A de la Euroliga, verse abajo debe espolear a todos, también a la afición, punto de apoyo para que todo funcione bien. Los 7.000 abonados deben ser la base para que el Carpena carbure y crezca en los partidos importantes. Pero, en el fondo, todo dependerá de lo que suceda en los 28x15 metros del parqué. El regreso a la Euroliga pasa por la Liga Endesa.

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