Como los goles en el fútbol, los baloncestistas suelen referir que el tiro es cuestión de rachas. Intervienen muchos factores en el lanzamiento exterior, pero en último extremo es la calidad y la puntería del tirador la que determina. Se pueden crear, eso sí, las condiciones más favorables posibles para que haya acierto. Y el Unicaja, en su confección de plantilla de este verano, apuntó en esa dirección, con la intención de ganar rango de tiro lejano, amenazas perimetrales. Hablar sobre la importancia del triple en el baloncesto moderno resulta redundante. No obstante, no se trata de fiar todo a ello, de hecho uno de los caminos para tener éxito es el equilibrio en el juego, disponer de otros focos a los que los rivales deban prestar atención. En esta construcción es importante la figura de Dejan Musli, que en varios de los seis partidos oficiales de la temporada ha castigado a los rivales que no doblaban la marca sobre él. Quizá fue en Tenerife Fran Vázquez, un especialista defensivo del mayor calibre en Europa cuando está a tope, quien mejor le frenó.

En este arranque de temporada, el Unicaja es el segundo equipo de la Liga Endesa que más triples mete (51, más de 10 por encuentro) y el segundo con mejor porcentaje (42.2%). Sólo el Iberostar Tenerife le mejora en ambas facetas (58 y 43.2%). La consecuencia es que hay tres jugadores de Joan Plaza en el Top 10 de puntería. Jamar Smith es tercero (57.8%), Dani Díez séptimo (53.3%) y Adam Waczynski noveno (50%). Incluso aparece Alberto Díaz 15º (46.1%). Como contrapeso a esa estadística, Dejan Musli es el jugador de la Liga Endesa que más tiros de dos anota (32, casi 6.5 por partido, con un 58.1%). En ese equilibrio está el camino. Cierto es que el serbio puede ser ahora mismo el jugador más importante en el entramado del equipo. No hay una figura que aglutine sus características ofensivas. Es el jugador que más rebotea en ataque (3.4 por encuentro, un total de 17) de la Liga, con diferencia sobre el siguiente. Este dogma de la filosofía de Plaza, asediar el aro rival, se mantiene inalterable en su evolución. 13.4 por encuentro captura. Son constantes las referencias de los entrenadores rivales a la capacidad reboteadora en ataque del Unicaja como uno de los factores que deciden partidos.

El equipo malagueño promedia 19.8 asistencias por encuentro. "Debería ser normal que rondemos las 25", decía Joan Plaza hace un par de semanas. Es el tercero de la Liga en ese aspecto. Un detalle importante es que, según @StatsLi, el 61.5% de los tiros de campo que se anotan vienen tras asistencia, tercero en la ACB. Ello implica una buena circulación de balón y capacidad para encontrar al compañero libre. En un contexto en el que se gasta un promedio de 16.6 segundos por posesión, el sexto más rápido de la competición. En temporadas anteriores el Unicaja se situaba entre los tres equipos más lentos de la ACB a la hora de atacar. Sí hay un campo de mejora bastante claro, el porcentaje de tiros libres. Sólo un 69.5%, el cuarto peor de la Liga.

Todavía se está en un punto incipiente de la temporada, no se ha llegado al mes de competición, pero sí se va traduciendo en números la evolución pretendida en verano. El Unicaja está en el Top 5 de la ACB en casi todos los parámetros ofensivos. Y la percepción generalizada es que, a pesar de la buena marcha del equipo, hay campo de mejora. El año pasado se tardaron casi siete meses en encadenar cuatro victorias oficiales consecutivas. Y ahora se ha revertido un 0-2 y se ha ganado el primer partido de la Eurocup de una tacada. Viene una semana importante, con dos duelos del nivel cercano al máximo en cada competición, Bayern y Baskonia, que medirán con más fiabilidad el estado de progreso de un Unicaja que coge velocidad de crucero.