TECNOLIGÍA - EL PUCHE

CAPI El Puche: una ventana pública a la integración

  • Las nuevas tecnologías son un factor clave para la integración y normalización de los vecin@s de la barriada.

Iniciar una conversación sobre el barrio almeriense de El Puche, generalmente se realiza construyendo un discurso de carácter negativo, donde salen a flote las desigualdades sociales, su situación precaria y las necesidades económicas que precisa. Un contexto de duras condiciones que hace de esta zona una selva urbana marginada del resto de la ciudad y en opinión de algunas autoridades necesaria de transformación social. Sin embargo, dentro de la vida cotidiana de sus habitantes, existe una determinación de cambio de imagen con la que se ha estigmatizado el barrio. Uno de esos mecanismos establecidos que pretende derribar el aislamiento social de El Puche, puede encontrarse en el centro CAPI del programa Guadalinfo. Donde el nombre del barrio pasa a tener un lugar propio dentro del ciberespacio y una conexión directa con el mundo exterior.

La entrada de la Sociedad de la Información y el Conocimiento, propia del siglo XXI ha catapultado que los conocimientos socio-laborales de la población tengan que ser actualizadas a cada momento, debido a su carácter de inmediatez y necesidad de preparación. Siguiendo este patrón, día tras día el aula donde se encuentra el centro CAPI, recibe las visitas de los jóvenes del barrio para hacer uso de las capacidades de las TIC y gozar de sus beneficios académicos y sociales. Realmente, la entrada de la tecnología en la vida comunal de los vecinos, tuvo como primer objetivo ser una ampliación de la biblioteca y con ello ayudar a los menores en sus estudios. Un hecho que obtuvo un éxito tal en los estudios de los jóvenes que actualmente supone uno de los focos académicos del barrio, abriendo sus puertas a todo aquel que desee cruzarlas, obligando a la Asociación de Vecinos Alcalá y demás miembros de la sociedad civil de El Puche a promover nuevas experiencias tecnológicas socio-educativas con niños de 3 años edad, acompañados de sus padres, así como proyectos de integración social a través de las TIC con instituciones dedicadas a la tutela de menores.

Estudio y formación, podría decirse que estos son los pilares en los que se levanta la filosofía del centro, pero lo cierto es que existe una tercera pata para el taburete. Los ordenadores y su disposición de acceso a Internet, permite al barrio al barrio estar conectado con la actualidad del mundo, y a los mejores disponer de una vía de ocio, con la cual pueden generar conexiones sociales entre sus amigos y familiares. Esto último tiene gran importancia ya que en la actualidad la mayoría de población existente es de origen magrebí. Así pues, disponer un servicio de conexión público supone que los habitantes inmigrantes puedan mantener vivos los vínculos con la vida que dejaron en el país de origen.

Por lo que yo pude observar en mi visita al centro, los jóvenes usuarios encontraban en este emplazamiento las respuestas a sus necesidades propias como “nativos digitales” ávidos de conexiones sociales, información inmediata, ocio y construcción de una identidad digital que puedan compartir con otros. Esto se traduce en la introducción de unos estímulos de cambio y progreso dentro de sus consciencias que posiblemente hubieran adquirido más lentamente de no haber podido entrar en contacto con el buen uso de las TIC.

Si el Puche es su barrio y hay que cuidarlo, como dicen orgullosas las paredes pintadas de sus edificios y las nuevas tecnologías forman parte de sus vidas, que mejor manera de amplificar este mensaje enseñando a todos esos chicos y chicas que se acercan al CAPI después de la jornada escolar a convivir, trabajar y avanzar a través del uso del motor que mueve el actual mundo: Internet.

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