Crítica 'Bunraku'

Nostalgia del story-board

Bunraku. Pastiche fantástico, EEUU, 2010, 120 min. Dirección y guion: Guy Moshe. Fotografía: Juan Ruiz Anchía. Música: Terence Blanchard. Intérpretes: Josh Hartnett, Gackt Camui, Woody Harrelson, Kevin McKidd, Ron Perlman, Demi Moore, Jordi Mollà.

Auténtica anomalía en el cine norteamericano de hoy, apuesta suicida por reivindicar el carácter escenográfico de las viejas producciones de estudio en tiempos de excesos virtuales, imposible cruce de géneros con elementos del noir, el western o el cine de artes marciales, samuráis y yakuzas vía Seijun Suzuki, la película Bunraku aterriza en la cartelera buscando la complicidad de ese espectador de alma friqui amante del cómic, los dibujos animados, las pulp stories y el pastiche posmoderno con toques orientalizantes.

A los que tanta remezcla pop ni nos va ni nos viene, nos toca sufrir dos larguísimas horas de coreografías de la violencia con mensaje yin-yan que nos provocan más nostalgia de Tarantino mientras esperamos su nuevo filme, tal es la apatía y el agotamiento que puede llegar a provocarnos tanto exceso visual, tanto horror vacui, tanto manierismo cansino, tanta voz narradora y tanto parloteo trascendental al servicio de la nada.

El director Guy Moshe (Holly) ha conseguido que le paguen un juguete cinéfilo muy caro que luego no sabe poner en marcha. Tal vez todo fuera más auténtico, divertido o gamberro en el story board que ha dado origen a cada plano.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios