Crítica 'Ella, una joven china'

Realidades con fórceps

Ella, una joven china. Drama, Reino Unido-Francia-Alemania, 2009, 103 min. Dirección y guión: Xiaolu Guo. Fotografía: Zillah Bowes. Música: John Parish. Intérpretes: Lu Huang, Wei Yi Bo, Geoffrey Hutchings, Chris Ryman.

Uno hubiera pensado que una película ganadora del Leopardo de Oro en el Festival de Locarno vendría, como mínimo, a plantear algunas cuestiones formales de interés más allá de poner simplemente el dedo en la llaga de asuntos de actualidad social internacional.

Tal vez por eso nuestra decepción ante un trabajo como el de Ella, una mujer china sea doble, no sólo por las formas toscas, avejentadas y convencionales que no consiguen camuflar los despropósitos de un guión caprichoso, sino por la constatación de que ya ni tan siquiera puede confiarse en el palmarés de los festivales más sensatos.

También querría pensar uno que Xiaolu Guo, la joven directora del filme, se mira, aunque sea desde el exilio europeo, en el cine de algunos de sus mejores compañeros de generación como Jia Zhangke, Wang Bing o Wang Chao, o que al menos aspira como ellos a retratar con cierto rigor los contrastes de esa China contemporánea engullida por la aceleración capitalista, a través de esa hibridación entre el documental y la ficción que ha definido a la llamada Sexta Generación de cineastas chinos.

Pues tampoco, el paisaje cambiante, el tránsito de lo rural a lo urbano o el papel marginal de la mujer en la nueva sociedad china quedan aquí sepultados por una escritura melodramática que en ocasiones roza el sensacionalismo o la ciencia-ficción con tal de lanzar hacia adelante la historia de una joven que, de la noche a la mañana, y tras ser violada por el macarra de turno de su pueblo, inicia un periplo de huida y supervivencia que la lleva, prostitución y azares mediante, a las ruidosas y multiculturales calles de Londres.

En su largometraje, Guo parece confiar muy poco en las posibilidades de la puesta en escena y fuerza al máximo sus caprichosos resortes argumentales para diluir el posible retrato realista en una serie de trucos de guión de dudosa credibilidad y efecto contraproducente.

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