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Viaje más allá de las estrellas

  • Hoy se cumplen 50 años del estreno en EEUU de '2001. Una odisea del espacio', el filme de Kubrick que cambió la historia del cine

Set de rodaje de '2001. Una odisea en el espacio'.

Set de rodaje de '2001. Una odisea en el espacio'.

Un John Lennon que comenzaba a afrontar problemas serios con las drogas afirmó que la veía a diario, de cabo a rabo, en su sala de proyección doméstica. Es legendaria la carta de un espectador enviada a la Metro-Goldwyn-Mayer en la que relataba todo el gasto invertido en la asistencia al cine (kilometraje incluido, ya que el buen hombre residía en una casa apartada) para justificar la petición de una explicación del argumento, que consideraba más que merecida. 2001. Una odisea del espacio se estrenó tal día como hoy de 1968 en el Cinerama Theatre Broadway de Nueva York y desde aquel mismo día partió el mundo entre amantes incondicionales y detractores acérrimos. Lo que sí puede decirse medio siglo después es que la película de Stanley Kubrick cambió para siempre la historia del cine en la medida en que cambió la percepción del mismo como máquina de contar de historias. No existe, seguramente, otro filme del que se pueda decir con tanta razón que cuenta con tantas versiones de su metraje como espectadores: cada mirada es una obra distinta.

Todo comenzó con una carta enviada en 1964 por Stanley Kubrick al escritor de ciencia-ficción Arthur C. Clarke (quien ya por entonces residía en Ceylan, donde se había instalado para observar el cielo nocturno con la mayor claridad posible), quien le proponía su colaboración en una producción "sobre el hallazgo de inteligencia extraterrestre y el impacto que este descubrimiento tendría en la humanidad". Kubrick invitó a Clarke a una primera entrevista para el proyecto que tuvo lugar en el legendario Hotel Chelsea de Nueva York y en el que el novelista propuso como punto de partida su cuento El centinela, publicado en 1951, donde ya aparecía un extraño vestigio arqueológico en la Luna que parecía enviar información sobre el curso de la humanidad a un destino desconocido más allá de las estrellas. Kubrick aceptó y, regresado Clarke a Ceylan, ambos comenzaron a trabajar en el guion mientras el escritor desarrollaba a su vez una novela con todo el material generado. En 1965, cuando aún la ciencia-ficción se consideraba principalmente un género infantil y poco digno de respeto, se anunció el rodaje de una película de Stanley Kubrick con guion de Arthur C. Clarke titulada Viaje más allá de las estrellas. En 1967, el mismo Kubrick reveló el título definitivo: 2001. Una odisea del espacio. Su estreno se anticipó en un año a la llegada del hombre a la Luna.

Quedan para la historia los 139 minutos de metraje con sólo cuarenta de diálogos (el año pasado salieron a la luz 17 minutos inéditos que la MGM se apresuró a descartar para una posible reedición), la decisión de Kubrick de sustituir la banda sonora compuesta por Alex North, íntegramente, por la música de Lygeti y los Strauss, la mayor elipsis en la historia del cine, el monolito como emblema, el debate ético en torno a HAL 9000 y una influencia decisiva en el séptimo arte. Al final, Kubrick optó por no mostrar a los extraterrestres, y acertó. Mejor el misterio.

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