Crítica 'El cambiazo'

Más de lo mismo

El cambiazo. EEUU, 2011, Comedia, 113 min. Dirección: David Dobkin. Guión: Jon Lucas y Scott Moore. Intérpretes: Ryan Reynolds, Jason Bateman, Leslie Mann, Olivia Wilde, Alan Arkin. Producción: Neal H. Moritz y David Dobkin. Música: John Debney. Fotografía: Eric Alan Edwards. Montaje: Greg Hayden y Lee Haxall.

La comedia es el barómetro más fiable para medir la profundidad del abismo de vulgaridad, grosería, estupidez, reiteración y sequía creativa en la que ha caído el cine comercial americano, arrastrado por la presunta imbecilidad de su público. Porque el mal cine, como la mala televisión, es siempre el retrato de un mal público.

El cambiazo es otro de esos indicadores que certifican que las cosas no van del todo bien por Hollywood y por las cabezas de quienes llenan las salas para ver lo que produce: estamos en el universo, aclamado por algunos preciosos ridículos, de los Farrelly, Judd Apatow o Todd Philips.

Un feliz casado con hijos y éxito profesional envidia a un vago y ligón amigo soltero que a su vez le envidia a él. Por castigo divino ven cumplidos sus deseos y tras una borrachera se despiertan convertidos el uno en el otro. Lo único bueno de esta película es que no engaña: en los primeros minutos un bebé suelta un chorro de mierda en la boca de su padre (mediada la película su mamá mostrará también sus artes defecadoras). Estamos advertidos, por si no bastara con la publicidad, del tipo de humor al que nos enfrentamos. De ahí hasta el final, en una deriva cursi y convencional muy propia de estas seudotrasgresiones, todo tendrá este color, esta textura, este olor.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios