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Humor blanco de género negro

  • Gil Pupila es el detective que protagoniza los cómics de Maurice Tillieux, a quien acompañan los secundarios Libélula y Corrusco. El autor era un maestro a la hora de dibujar vehículos

Detalle de la portada del volumen.

Detalle de la portada del volumen.

Maurice Tillieux nació en Lieja (Bélgica) en 1921. Durante un tiempo, trató de trabajar en la Marina Mercante, pero no llegó a hacerse a la mar a causa del estallido de la II Guerra Mundial. Más adelante, la lectura de los clásicos policiacos le inclinó a la escritura de novelas de este género. Tras colaborar en revistas de historietas como Bimbo y Jeep, Tilleux desembarcó en Spirou, revista fundada en 1938 y dirigida por Jean Dupuis. Su descubrimiento a mediados de la década de los años cuarenta de Hergé le hizo abrazar la línea clara, en la que poco a poco se mostraría como un maestro consumado. Entre los años 1949 y 1956 dibujó sesenta y cinco relatos de la serie Félix, precedente de su obra más conocida: Gil Pupila.

Los protagonistas son Gil Pupila (incapaz de despeinarse y con su característica pajarita roja), Libélula (malhechor redimido que aporta el contrapunto humorístico) y el inspector Corrusco, que recuerda a Hernández y Fernández no sólo físicamente, sino por ser un policía muy serio que involuntariamente hace el ridículo sin parar. La secretaria Cerecita, con su intolerancia a los chistes de Libélula, completa el reparto.

Llama la atención el oficio de Gil Pupila: detective privado. Gil no es periodista como Tintín, Fantasio o Lefranc. Tampoco es agente secreto como los que proliferaron durante los años 60 tras el éxito de 007. Gil Pupila es un detective de novela negra trasladado al cómic.

La serie arrancó con un díptico sobre el tráfico de estupefacientes. El álbum Libélula se evade (1959), es el primer acto de la presentación del detective y de los personajes secundarios Libélula y Corrusco.

En el segundo álbum, Arte y popaína (1959), tenemos la segunda parte y conclusión de la presentación de los personajes. Los censores le espetaron al autor que no se puede poner en un cómic la palabra popaína, ya que es una droga. Maurice les recordó que la popaína no existía, que la había inventado él precisamente para no tener problemas con la censura. Por supuesto, el álbum terminó publicándose.

En esta primera historia, el estilo del artista ya está consolidado, con esa mezcla entre la influencia de Hergé y la de Franquin, esta última en parte impuesta por Charles Dupuis, el editor para el que trabajaba.

El tercer álbum es El paso del ahogado (1960), relato en el que una isla se une con tierra firme por una carretera, la cual al subir la marea queda sumergida con el riesgo de arrastrar a los conductores y que no sobrevivan. Aparentemente eso le sucedió a la víctima de este caso, cuyo sobrino contrata a Gil Pupila para esclarecer los hechos. En este álbum está basada la película Maleficio (1962), de Henri Decoin, rodada en la isla francesa de Noirmouitier con un argumento similar al del cómic. Gil Pupila pierde su coche, un Dauphine rojo, casi al final de la historia, pero enseguida es sustituido por otro amarillo.

El cuarto álbum, Los barcos del crepúsculo (1962), trata de un evadido de la cárcel y un asesinato. En esta historia se introduce un elemento fantástico: un suero que permite al recluso escapar de la cárcel dando grandes saltos. El argumento es típico del género negro, con una estafa a una compañía de seguros perpetrada por sujetos sin escrúpulos.

Sorprende el tono de novela de negra, con asesinatos incluidos, en un tebeo juvenil y con gags a cargo de Libélula. Combinar humor blanco con género negro no es fácil, pero Tilleux lo logra.

Las persecuciones que aparecen en la serie le vendrán estupendamente al autor para disfrutar a lo grande dibujando algo que hace maravillosamente: los vehículos. Tilleaux era un genio recreando todo tipo de automóviles, además de que se dedicaba a hacerles todas las trastadas posibles: vuelcos, impactos, derrapes y accidentes variados.

Tilleaux estaba cada vez más atareado. Para solucionar esto contó con Gos, dibujante del estudio de Peyo, que rápidamente tuvo que adaptar su estilo a Gil Pupila. Aun así, Tilleaux no dejaba de pasarle story boards para que realizara los álbumes.

Maurice Tillieux falleció en Niza (Francia) en 1978 en un accidente de tráfico. Dejó inconclusa una historia que fue terminada por Gos, a pesar de no saber qué final había pensado Tilleaux.

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