carmen moreno. escritora

"La brutalidad del Lejano Oeste ha salido a la superficie "

  • La autora publica 'Mala sangre', una novela "de personajes" que sitúa en el Illinois del XIX elementos de la literatura gótica.

La escritora y editora gaditana Carmen Moreno.

La escritora y editora gaditana Carmen Moreno. / lourdes de vicente

-'Mala sangre' (Apache Libros) mezcla sin pudor dos de lo que eran géneros clásicos de las tiradas de bolsillo: el western y el gótico. ¿Cómo llegó hasta esa idea?

-A mí las ideas para las novelas me salen de la forma más peregrina. En esta ocasión, fue en un viaje en autobús hasta Algeciras con María Zaragoza. Al pasar por la zona de Tahivilla, creo, vimos un montón de ganado retinto y me preguntó: "¿es qué tienen sangre diferente?". Y de inmediato, se me vino a la cabeza la imagen de un montón de reses degolladas. De ahí, de imaginar la herida en el cuello, directamente piensas en un vampiro. Y las reses, las vacas,remiten al Oeste... de repente estaba todo casi hecho.

-Es una historia difícil de etiquetar.

-Siempre escribo lo que quiero, sin tener en cuenta si es comercial o no. Lo cierto es que tuve la suerte de tener dos editoriales interesadas en esta historia. Aunque parezca que es difícil de encajar, en realidad es una novela de personajes y bastante clásica en estructura, con lo que hace que todo sea un poco más anecdótico. Los monstruos siguen siendo monstruos los vistas como los vistas. Ahora somos más conscientes de lo que define un monstruo, o creemos serlo, estamos avisados, nos atraen mucho.

-¿Y cuándo escuchó hablar de 'Westworld'?

-Aunque son historias distintas, el darle una vuelta de tuerca al mismo escenario... Empecé con esta novela hace un par de años pero bueno, esas cosas pasan. Y al fin y al cabo, lo mismo servirá para atraer a quien le guste el "western alternativo" como subgénero. Lo mismo me ocurrió con el apellido del protagonista: me harté de buscar un nombre distinto y al final Delany es también el apellido de Tom Hardy en Taboo.

-'Mala sangre' trata realmente de uno de los temas clásicos de las historias del Oeste como es el destino, el determinismo.

-Sobre si hay gente que nace mala. Todas las veces intentamos justificar a las personas o acciones malvadas, encontrar alguna explicación a algo que nos supera, tomar cualquier tipo de fármaco ante ese dolor, aunque sea un placebo. Siempre me ha producido curiosidad el hecho de que, en dos personas criadas en el mismo ambiente y en la misma familia, uno salga delincuente y el otro, no: hasta qué punto se puede decir entonces que uno está determinado. Pero eso no quiere decir que cualquier acto pueda consentirse. Realmente, da igual si tu padre te maltrató de pequeño y tú maltratas a tu hijo y lo matas, o un día pierdes la cabeza, lo golpeas y lo matas. El resultado es el mismo, pero parecemos necesitar siempre una explicación.

-Casi no encontramos ningún personaje inocente: todos son culpables de algo.

-Porque en la vida real todos tenemos, de alguna forma, las manos manchadas de sangre, tal y como está estructurado el mundo, por acción u omisión. Siempre ha sido así. La inocencia en el ser humano dura muy poco: yo le pongo fecha cuando los padres nos comunican esa gran mentira con la que, de repente, se termina la magia y la confianza en que hay un cierto sentido de justicia en la vida: que si eres bueno, se te va a premiar con cosas buenas.

-¿El Lejano Oeste llama la atención por lo auténtico y brutal?

-Seguimos siendo brutales. Hoy día puedes ver un linchamiento y te da igual. O lo que ocurrió hace poco con ese niño, Samuel, en Barbate: es increíble que la gente lo viera y ni siquiera se acercara. En el Lejano Oeste puedes decir que tenían una tierra y unas gentes que someter. Ahora, directamente, nos da igual.

-Mmm... no sólo es la indiferencia. Creo que en nuestra sociedad funciona muy bien la ocultación de lo desagradable: tratamos de ocultar la muerte, la explotación, la enfermedad...

-Ante el "yo soy bueno", siempre recuerdo una frase de mi padre: "Claro, porque a los malos los tenemos a todos en la cárcel". El que describo es un mundo tan despiadado que no sabes quién es peor, si el padre Delany o el vampiro. Y casi llegas a la conclusión de que es peor el segundo, con el perfil tan tremendo que tiene ese padre.

-El infierno en la tierra, si se piensa.

-Si dejamos volar la imaginación, no era mal lugar ni mala época para un vampiro: abundaban la sangre, la soledad, la violencia, y un lumpen al que nadie echaría de menos. El vampiro que a mí me gusta, el que yo pinto, no es el que se ilumina en la oscuridad: es el vampiro de Bram Stoker, el que tiene capacidad de adaptación al medio, inteligencia y maldad.

-¿Qué es ahora el Lejano Oeste?

-En un principio te diría que Oriente Medio. Pero luego empiezo a pensar y parece que ese Lejano Oeste inclemente ha vuelto a salir a la superficie con Trump, con un nivel de intolerancia, violencia y casi predestinación muy cercanos al de los Estados Unidos de esa época. También puedes decir México. Pero fíjate también en Europa, con esa ley que acaba de aprobar Putin haciendo legal el maltrato a la mujer. Lo que parecía inasumible parece ahora al alcance de la mano, la monstruosidad está más cerca. Casi los más decentes somos los pobrecitos PIGS.

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