De libros

El orden sagrado

Sería fácil improvisar un breve compendio sobre la jardinería y su profunda significación simbólica: de la exahustiva obra de Baridon, Los jardines, al memorable tratado de González de Amezúa, Felipe II y las flores, cabe adivinar una constante atención del hombre a este producto del espíritu que Eco recogía, bajo su aspecto mítico, en la Historia de las tierras y los lugares que no existen. Es en este aspecto, precisamente, donde la obra de Delumeau, Historia del Paraíso, se muestra insuperable; y no sólo por su novedad historiográfica, sino por el relieve que el Paraíso, que lo paradisíaco, ha tenido en la historia cultural -vale decir, espiritual- de la Humanidad, asuntos ambos que Juan Gil aplicó con éxito a la España del Descubrimiento.

Esta doble vertiente, histórico-geográfica y simbólica, es la que esboza aquí, con erudición y ligereza, el ensayista argentino Mario Satz. Una erudición que comienza, como es lógico, por la varia mitología que le da origen, y que acaba en El jardín del alma, como metáfora y resumen de un estado originario de pureza. Entre medias, el jardín babilónico, los jardines griegos, el paraíso de la Kábala, el jardín chino, el jardín sufí, la jardinería nipona, y toda una dilatada iconografía de lo verde, donde lo que se sustancia es una historia de la mácula, de la Caída, junto a una historia de su estado previo. En ese sentido, los mitos del Edén y de Babilonia (así como el de la torre de Babel), se complementan escrupulosamente. El Edén es ese orden previo al orden humano; y en consecuencia, es la cuadrícula anterior a la que idean la vanidad y la soberbia de nuestra especie. A la vista de esta secuencia, uno está tentado de decir que el Edén es un concepto que opera contra la idea de Civilización. Sin embargo, el Edén no remite sólo ni principalmente al estado de Naturaleza, tan grato al XVIII ilustrado. Es la remisión, no al caos primordial, sino a un orden otro, de linaje celeste. Esto es, a un orden infalible, ingrávido, imperecedero.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios