Al Unicaja no le salió el plan previsto. Pensaba despedir a Scariolo por la mañana y terminar de atar a Aíto García Reneses durante el día para anunciar su fichaje en las próximas horas. Pero todo se torció a última hora de la noche. La Federación Española ganó el pulso que mantenía con el club malagueño y convenció a un Aíto que parecía tener pie y medio en Málaga. El caramelo que supone acudir a unos Juegos Olímpicos pudo más que el reto de iniciar una nueva etapa al frente del equipo malagueño.

Las palabras que el presidente de la Federación, Pepe Sáez, pronunciaba a primera hora de la tarde en el Palacio de los Deportes de Madrid durante el acto de presentación de la selección femenina para el Preolímpico fueron premonitorias. "En el fin de semana vamos a tener una solución de una manera u otra. En este momentos estamos trabajando en todos los aspectos: deportivo, organizativo y todos los que nos ha demandado. Para él también supone un cambio sustancial pasar de estar entrenando todos los días a estar entrenando un periodo concreto. Yo quiero que el lunes por la mañana esté listo y ver si podemos dar la lista", comentaba el dirigente. Pero todo se aceleró y pasadas las once y media de la noche la página web de la Federación anunciaba la entente con el entrenador madrileño. "La Federación Española de Baloncesto y Aíto García Reneses han alcanzado un acuerdo de cuyos detalles se informará en las próximas horas, para que el entrenador madrileño dirija a la selección masculina absoluta en los Juegos Olímpicos este próximo mes de agosto en Pekín", rezaba el comunicado.

Al parecer, y según pudo saber este periódico, el acuerdo inicial es exclusivamente para la cita de Pekín, dejando abierta la posibilidad de que técnico y Federación negocien el acuerdo después de la cita olímpica, por lo que queda abierta la conjetura de que Aíto se incorpore al Unicaja después de los Juegos. Desde el club malagueño se negaba anoche haber tratado con el técnico esta posibilidad. Lo cierto es que el panorama cajista se complica tras decir adiós a Scariolo y ver cómo se le escapa el candidato número uno para sustituir al italiano.