El Salamanca no supo leer el partido ante una Albacete muy práctico que se impuso por la mínima gracias a que plantó un sistema muy defensivo, con muchos hombres en pocos metros, acabando, de este modo, con la racha de siete semanas sin perder del conjunto charro.

Durante los primeros minutos el dominio fue claro a favor del Salamanca, que tenía casi por completo la posesión del balón, aunque no creaba excesivas ocasiones de gol. El Salamanca no materializaba su dominio a pesar de que trataba de entrar bien por bandas y colgaba balones al área.

La entrada de Pagola por el lesionado Alberto sembró cierta inseguridad en la zaga unionista y fruto de ello llegó el gol del Albacete. Fue una acción desordenada de la defensa local en la que Baggio aprovechó para batir por bajo al meta local. Tras la reanudación, el Salamanca puso cerco a la portería del Albacete y dispuso de alguna buena ocasión para marcar, pero siempre se topó con la excepcional actuación del portero Jonathan.