La segunda y última parte de la entrevista con Javi Gracia versa sobre algunos nombres propios de la plantilla blanquiazul. Sobre todo, el de Amrabat, llamado a construir el futuro más inmediato y el de próximas temporadas. El navarro espera más de él y confía en que así será.

-¿Qué le dio Santa Cruz para que en sólo seis meses le cautivara tanto y se quedara la camiseta de su último partido?

-Roque se va en una situación en la que tampoco hay oportunidad por mi parte de hablar de él públicamente sobre su marcha, así que aprovecho la rueda de prensa de Elche, cuando ya está todo prácticamente hecho. Hablé con él y le dije que iba a hablar de su despedida porque si no, no iba a tener opción. Quería tener unas palabras de agradecimiento hacia lo que ha sido, el gran jugador que es. Personalmente, ha sido un valor muy importante, como lo están siendo otros veteranos. Hablamos mucho de los jóvenes de este Málaga, pero ellos también tienen muchas virtudes gracias al trabajo de otros más veteranos que igual no están tan reconocidos y que marcan el camino. Eso es importante. Y Roque era uno de ellos. Profesional y humanamente, era un diez.

-Los veteranos marcan el camino a los jóvenes, ¿y los jóvenes transfunden energía a los veteranos, de ahí el equilibrio de su grupo?

-Así es. Ese equilibrio en el equipo es importante. Ese descaro de los jóvenes y esa responsabilidad y oficio del veterano hacen que un equipo esté más equilibrado y tenga más opciones de funcionar.

-Se fue Roque y llegó Javi Guerra, que se ha integrado como si llevara aquí toda la vida.

-Sabíamos la garantía que es Javi, y encima es de aquí, así que iba a tener una adaptación inmediata. Lo ha demostrado desde el primer día. Caso diferente a Filipenko. Es un jugador que aterriza sin facilidad para el idioma, que cuesta la comunicación con él y viene de unas costumbres y una cultura muy diferentes. Necesita esa adaptación para que lo valoremos y veamos lo que puede aportar. Estoy contento con la incorporación de los dos.

-Hablemos un poco de Amrabat. ¿Le han tomado ya la matrícula?

-Si los árbitros son también profesionales, verán que a Amrabat le hacen faltas en muchos partidos. Y a él igual le castigan en ciertos momentos con mayor severidad que a otros, pero es su juego, juego de contacto. Sabemos que en ocasiones sacará partido en ataque y otras veces le pitarán falta, no hay problema en ello. Pero, por ejemplo, el otro día Barral, al que todos conocemos, saca partido. Es un jugador listo y el árbitro ve que es falta o penalti y tienes que aceptarlo. No quiero asemejar a Nordin con Barral porque no es un jugador que simule, pero sí que en su juego de contacto a veces puede recibir faltas y no las pitan.

-Si de usted dependiera, ¿ejercería la opción de compra que hay por él?

-De aquí a final de temporada Nordin tiene que demostrar que realmente es un grandísimo jugador. Y estoy convencido de que lo va a demostrar. Y que no va a haber más remedio que mirar las posibilidades económicas para que se quede. Pero esa es otra decisión a otro nivel. Desde luego, nos ha dado mucho y de aquí al final de temporada va a demostrar por qué se tiene que quedar.

-Le guste reconocerlo o no, el equipo no ha funcionado cuando Camacho no ha estado. ¿Es su jugador más determinante?

-Camacho es un jugador muy muy importante para nosotros. Por su calidad, por su personalidad y porque desempeña una función en el equipo difícil de realizar por otro jugador en la misma situación. Se buscan alternativas y soluciones cuando no está y no nos quejamos, tratamos de seguir adelante. Tenemos alternativas y tratamos de competir con la plantilla que tenemos, con la que estoy muy a gusto.