Después de una semana movida, Marcos Angeleri compareció ante los medios para hablar sobre la actualidad del equipo y a su vez aclarar todo las dudas que surgieron sobre la denuncia interpuesta contra el club por un dinero relacionado con su fichaje. El argentino quiso dejar todo muy claro, para que nadie siguiera dudando de su compromiso con el Málaga. "Más allá del problema que tuvo el club, en lo que a mí respecta, no tengo nada que ver y no me siento partícipe para nada, quedó más que demostrado. La conciencia mía siempre estuvo tranquila, eso escapa de mis manos, no tengo nada que ver con eso, el club tuvo una buena reacción al respecto y en ese sentido tengo que agradecérselo porque sentí el respaldo de la institución y no hubo margen para que se comentara nada", explicó.

Ya centrado en el plano deportivo, no tuvo problemas en reconocer que asumió de buen grado la suplencia tras la recuperación de Sergio Sánchez, a pesar de haber estado a un buen nivel durante la ausencia del catalán. "Sé entender las situaciones y sé comprenderlas, somos un plantel de muchos jugadores. Las mismas ganas que tengo yo de jugar las tienen todos. El entrenador tomó una decisión, es respetable. Le tocó a Sergio, y lo apoyé tanto al equipo como al jugador", destacó el argentino.

Confirma que está viviendo su momento más dulce desde que llegó a La Rosaleda. "Me siento bien, está dando sus frutos el trabajo, el sacrificio que a veces no se ve. Debo aprovechar para ganarme un lugar, seguir con confianza, sintiéndome seguro y eso es muy importante, nos permite evolucionar y tener buen rendimiento", afirmó.

Fruto del buen momento que atraviesa, ha llegado el reconocimiento de una afición que no siempre estuvo de su parte, algo que alaba el central. "En algún momento se tenía que valorar el trabajo, el sacrificio, las ganas. Y ahora se están viendo ese tipo de cosas. Y es lindo y gratificante que un jugador trabajador tenga un mínimo reconocimiento. Me pone muy contento", sentenció entre sonrisas el malaguista.

La siguiente piedra de toque es todo un Barcelona, que no tendrá nada que ver con el equipo de la primera vuelta. "Somos conscientes de que están mucho más compenetrados, pero tendremos que combatirlo con nuestras armas", analizó un Angeleri que espera "solventar los problemas a balón parado. Es un tema que hablamos, pero el fútbol no se basa en la lógica".