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De Antequera a Londres

  • Borja Vivas realiza hoy su primer test del año a ocho meses vista de su gran reto, los Juegos Olímpicos

El mediodía del 3 de agosto es el momento que Borja Vivas lleva media vida esperando. Ese día, en el estadio Olímpico de Londres, se celebra la calificación de peso de los Juegos. A ese día están enfocados todos los esfuerzos del lanzador de Carranque, que espera ver recompensados allí los sacrificios de media vida. Tras licenciarse en Empresariales y realizar un Master de Dirección y Gestión Deportiva, se ha tomado este año sabático en todo lo no referido al atletismo. "Creo que merecía la pena intentarlo, concentrarme en esto. Mis padres me apoyaron y tengo la tranquilidad de que la carrera la acabé. Ya después de los Juegos habrá que plantearse el futuro laboral, pero pienso que ésta es una gran oportunidad. Y hay que intentarlo", explica Vivas, que hoy toma parte en su primera competición de la temporada. Se trata de un control de marcas que realiza la Federación Andaluza en Antequera, en el Centro de Tecnificación construida en la capital de El Torcal.

A ocho meses vista, el trabajo ya se carga en las alforjas y romper el hielo competitivo, aunque sea en una prueba de menor calado, ayuda a tener más datos sobre el estado de forma. "Este año estoy completando dobles sesiones casi todos los días, mañana y tarde. Era algo que en temporadas anteriores no hacía, me lo tomo con más seriedad que nunca. Y lo voy notando, la verdad, me siento más fuerte. También tengo que dar un paso más mentalmente, ser más fuerte de coco a la hora de competir", relata Vivas, que reparte el trabajo entre Carranque y el Ciudad de Málaga, a las órdenes de su entrenador de siempre, Tomás Fernández.

La temporada pasada no fue todo lo buena que Vivas hubiera querido. Firmó en febrero la mejor marca de su vida (20.18 metros), superando en 17 centímetros el anterior, pero ni en el Europeo de pista cubierta de París ni en el Mundial al aire libre en Daegu rindió al nivel esperado, se quedó a muchos centímetros de sus registros habituales. "Me falta eso en las grandes competiciones, ofrecer lo mejor de mí ahí. Llevo ya varios años en ellas y tengo que dar más ahí", admite Borja Vivas.

Sólo tres veces en su vida ha superado el muro de los 20 metros. Ser regular por encima de esa cifra redonda es el reto del gigante malagueño, el paso adelante que debe dar para competir con mayor pujanza a nivel internacional. La mínima la tiene desde el año pasado (19.80 metros), pero el objetivo es repetirla cuanto antes para quedarse tranquilo y despejar dudas que pueda haber en la Federación. Aunque tiene la seguridad de que irá a Londres.

En el calendario de Borja Vivas está también el Mundial en pista cubierta de Estambul, pero como un paso intermedio hacia la capital inglesa, sin obsesiones. Como el Europeo al aire libre de Helsinki, que se disputa por primera vez en año olímpico. A él no irán algunos lanzadores por estar cerca de los Juegos, a poco más de un mes, y puede ser una buena ocasión de sacar un buen resultado.

El camino empieza hoy en Antequera, pero tiene una estación final en Londres. A la cita olímpica van encaminados todos los esfuerzos de Borja Vivas, en su año señalado en rojo.

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