El E-gim Antequera ofreció una mejor cara frente al Obearagon Huesca en la final de consolación del Torneo San Julián de Cuenca, en la que consiguió imponerse por 35-27, tras la derrota del sábado frente al Torrevieja.

El nombre propio del partido volvió a ser Chispi, que salió muy enchufado y anotó los siete primeros goles del equipo, sobre 10 en su cuenta particular. Aunque lo que realmente funcionó fue el contragolpe antequerano, que empezó a desarrollarse como Ortega desea.

Los de la Costa del Sol se mostraron superiores a los oscenses, que no perdieron la cara en ningún momento y que hicieron trabajar duramente a Lamariano y Jorge Martínez bajo los palos, con los porteros más entonados que en partidos anteriores.

También destacó el trabajo de Luisfe y Bakic, y el pivote del segundo equipo José Antonio Jiménez, que pese a su juventud se ha adaptado rápidamente y anotó cinco goles.

Sin embargo no todo son rosas, y la defensa dejó signos evidentes de necesidad de mejora, para lo que el equipo tendrá trabajo de pesas hoy en el Fernando Argüelles y el martes volverán a ejercitarse en doble sesión.