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Aranda y la maldición del profeta

  • Puede romper una racha de los malagueños que regresaron: ninguno fue titular, todos perdieron

La Rosaleda es generosa con los ex que regresan, más aún si fueron de la casa. En la época moderna, Juanito es la excepción que confirma la regla. En su día abandonó un Málaga moribundo que le propuso una renovación menos convincente que el mejor contrato y las aspiraciones deportivas del Alavés, y eso nunca se le perdonó. Ha recibido sonoras pitadas aquí. Pero la norma es esa imagen típica del malagueño que visita Martiricos y se retira a vestuarios aplaudido. Esta temporada, no obstante, no se está convirtiendo en plaza grata para ellos. Por motivos deportivos, el retorno no ha sido el más deseado.

Viene al caso recordarlo ante la inminente visita del Zaragoza, que en invierno recurrió a dos hijos de Málaga para enderezar la nave, cada vez más a la deriva. Aranda y Apoño han vivido una paralela relación amor-odio con la afición, más agria para el paleño, al que la espina de no vestir la elástica blanquiazul le suele procurar una motivación extra en Martiricos. Apoño no podrá estar por la famosa cláusula que impide a los jugadores enfrentarse a sus ex al club que aún posee sus derechos (el Zaragoza tendría que pagar una suculenta cantidad al Málaga si quiere alinearlo aquí, cosa que no hará debido a su mala situación financiera).

Precisamente Aranda puede ser el primer malagueño en ser titular esta temporada en La Rosaleda como rival. Juan Rodríguez y Baena son hasta el momento los únicos que han rendido visita. Con muchos amigos y familiares en la grada, tuvieron que resignarse a ser suplentes. Y no les tocó aparecer en momentos gratos. Sobre todo el centrocampista del Getafe. Luis García recurrió a él nada más empatar Maresca (2-2) y minutos antes de la chilena de Baptista. Para más inri, era el malagueño el rival más cerca a la Bestia en la jugada, el que trataba de impedir su chut. En cuanto a Baena, Pochettino lo llamó para suplir a Forlín (jugó nueve minutos) cuando Apoño marcó el famoso penalti con el que firmó la victoria ante el Espanyol (2-1).

Apoño vendrá a Málaga para visitar a sus familiares, saludar a sus ex y ver el partido desde la grada. Aranda tiene mucho que pensar con la necesidad del Zaragoza, pero también le puede una cuenta pendiente: con tres equipos distintos visitó La Rosaleda en Liga y no marcó. Sí lo hizo en la vuelta de la final de la Intertoto, en la que le pudo la excitación y acabó expulsado. Isco es esta campaña el único malagueño bendecido en Martiricos.

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