El Atlético de Madrid sigue en caída libre coincidiendo con la ausencia de su estrella, el Kun Agüero, aunque la crisis es tal que hasta vuelve el recuerdo de Juan Román Riquelme.

El conjunto rojiblanco cerró el domingo una semana negra. Quedó eliminado de la Copa de la UEFA ante el Bolton y perdió por 3-1 ante Osasuna, evidenciando las enormes debilidades que asuelan al plantel entrenado por el mexicano Javier Aguirre.

Como suele suceder cuando un equipo está en crisis, muchos se acuerdan de los que no están. Y ahora se vuelve a hablar del argentino Riquelme, descartado en enero por Aguirre y el cuerpo técnico cuando su fichaje estaba casi cerrado. El nuevo proyecto colchonero se viene abajo porque la plantilla se le ha deshecho a Aguirre entre las manos y no tiene ni idea de cómo volver a recomponerla.

El Atlético de Madrid entró en regresión y pocos apuestan ya por él, a pesar de mantenerse en la cuarta posición de la clasificación, en puestos de Liga de Campeones, que es el gran objetivo del club. Pero el problema para los de la ribera del Manzanares es que sus continuos tropiezos en el último mes han permitido a sus rivales acercarse a su privilegiada situación. Así, el Sevilla viene muy fuerte y está a sólo dos puntos del Atlético de Madrid, cuando hace un mes se encontraba a 10.

Para empeorar las cosas, el conjunto de Aguirre afronta ahora un calendario muy complicado. Este sábado recibe a un renacido Barcelona al alza que está a un paso de dar caza al Real Madrid, y después viaja a Zaragoza. A continuación, se medirá con el Levante y el Sevilla. El Atlético espera con impaciencia a Agüero, ausencia que se ha notado sobremanera en los dos últimos encuentros, pues el argentino y Diego Forlán son los dos únicos jugadores que se salvan de los reproches generales y los que siguen manteniendo vivo en la liga al equipo.

Entretanto, cada semana se vuelve a hablar de Aguirre como un técnico con un crédito bajo mínimos. Y muchos comienza a augurar su destitución si el Atlético de Madrid no vence el sábado al Barcelona en el estadio Vicente Calderón. La afición, cada vez más cansada, podría dictar sentencia.