El Atlético de Madrid es tercero de la Liga, tras temporadas de crisis pisa con regularidad los puestos que dan acceso a la Champions, disfruta de un tándem estelar formado por Agüero y Forlán, pero hay una espina clavada desde hace años: ganar al Madrid.

A pesar de los numerosos éxitos del equipo de Concha Espina, la capital española mantiene un equilibrio entre aficionados blancos y rojiblancos. Sustentado por las nuevas estrellas, con un proyecto firme bajo el mando de Javier Aguirre, los atléticos sueñan con volver a competir con Real Madrid y Barcelona. Los atléticos se ilusionan con un triunfo. Desde el 30 de octubre de 1999, el Atlético no es capaz de vencer a su más odiado enemigo.

Nadie de la plantilla de Aguirre sabe lo que es ganar al Real Madrid, que llega al Vicente Calderón líder y batiendo récords de puntuación. El Real Madrid contará además con Raúl, crecido futbolísticamente en el Atlético, al que ha marcado diez goles en 22 enfrentamientos.

Ante esos datos y ante la historia de inferioridad atlética en cuanto a títulos, los rojiblancos no disimulan la ansiedad por lograr el triunfo más codiciado. "Sobra motivación, estamos con muchas ganas y sólo falta que llegue el partido", admitió Maxi Rodríguez, ansioso por romper tan negativa estadística. "Todas las rachas son para romperlas, esperemos que el domingo sea ese día", advirtió.

"Tenemos muchos argumentos para preparar el derbi. Uno de ellos, los buenos partidos que hemos hecho ante el Real Madrid. Hay pequeñas cosas que han reforzado nuestras ganas de ganar ese partido", dijo Aguirre en la web del club. El mexicano arengó a los suyos: "Nos sentimos tan importantes como ellos y sabemos que tenemos un equipo de una grandísima calidad".

Medio Madrid ansía ese triunfo del equipo rojiblanco y también toda Barcelona, que confía en poder recortar alguno de los siete puntos que les separan de un líder herido en su orgullo.