El Abierto de tenis de Australia sigue perturbando a David Nalbandian, pese a que el argentino está ya de regreso en su país. El ex número tres del mundo fue multado con 8.000 dólares por "conducta antideportiva", pero su entorno aseguró que apelará la sanción, porque la considera injusta. "Se cometió una injusticia en la pista y ahora también fuera de ella", dijo Carlos Costa, agente del tenista.

"Apelaremos para evitar otra injusticia más", añadió el representante tras conocer la multa, relacionada con lo sucedido en el partido que el argentino perdió el miércoles ante John Isner. Nalbandian disponía de un break sobre el saque del estadounidense con éste sacando y 8-8 en el quinto set. El saque del americano fue marcado como fuera por el juez de línea, pero el juez de silla del encuentro, el francés Kader Nouni, corrigió la decisión y dijo que la pelota había tocado la línea. El argentino se quejó y pidió la entrada en acción del ojo de halcón, pero Nouini negó la petición alegando que el jugador lo estaba planteando fuera de tiempo.

Nalbandian, que tampoco obtuvo el respaldo del árbitro general del torneo, perdería finalmente el encuentro. Después, en el vestuario, se produjo el incidente por el que fue sancionado. Fuentes del torneo señalaron que arrojó agua del lavabo a un árbitro.

El argentino recibió, a través de twitter, el apoyo de otro jugador, el serbio Janko Tipsarevic: "¡Desgracia! Deberían multar al juez de silla. Deberían multar al árbitro general y nunca más dejarlo sentarse en la silla". También el suizo Roger Federer se refirió al incidente, y llegó a la conclusión de que ambas partes tuvieron su cuota de responsabilidad: "Para eso tenemos el ojo de halcón", ironizó el ex número uno del mundo, cuya aversión por el sistema computarizado de control es conocida. "Creo que los jueces deben ser superflexibles y firmes, pero los jugadores también y ayudar a que algo así no suceda", apuntó el suizo, presidente del consejo de jugadores de la ATP.