El Club de Golf Retamares de Madrid fue escenario de un hecho histórico para el deporte malagueño. En su primer torneo como jugadora profesional, Azahara Muñoz conquistó el título después de un desempate en el que sometió a la sueca Anna Nordqvist. Una hazaña que le coloca en la lanzadera al estrellato y que confirma desde primera hora lo que ya había dejado entrever en su etapa de amateur, impulsada en los links de Arizona, donde recientemente acabó su periplo universitario tras licenciarse en Psicología y terminó de perfilar su juego.

Para firmar la proeza, la golfista de San Pedro completó la mejor vuelta de su vida, 64 golpes (9 bajo par), con tres birdies en los cuatro últimos hoyos. Su tope estaba en -8. La sueca Nordqvist, también en su mejor recorrido jamás firmado, realizó un golpe menos (63 para -10), lo que firmaba una espectacular remontada común (estaban fuera de las 10 primeras antes de los últimos 18 hoyos) para verse abocadas a un desempate.

Ahí, Muñoz derramó el tarro de las esencias. Nordqvist, enorme y con un drive potente, 22 años y un major en su historial. Azahara, menuda pero con tiralíneas, 21 años y profesional desde el 17 de septiembre. La malagueña pegó un hierro seis de segundo golpe para dejar la bola a unos seis metros de la bandera y embocó logrando un fantástico eagle para conseguir su primera victoria en el Circuito Europeo. Algo similar había conseguido otro malagueño, Pablo Martín-Benavides, que ganó en el Open de Portugal siendo aún aficionado.

"Mami, he ganado, no me lo puedo creer", fue lo primero que dijo la campeona entre lágrimas cuando Juan Lejárraga, Presidente del Club de Golf Retamares, le dejó su móvil nada más terminar para llamar a sus padres. Muñoz tuvo un recuerdo para su familia a la hora de celebrar el triunfo: "Quiero dedicar esta victoria a mis padres -Consuelo y José Antonio- porque si no hubiese sido por ellos no habría llegado hasta donde estoy. También quiero agradecer a Iván Corretja por invitarme a jugar el torneo. Todavía no me lo puedo creer, es un sueño hecho realidad, juego mi primer torneo como profesional y lo gano. Ahora sé que debo creer más en mí, sé que soy capaz de ganar".

La sampedreña, que cumplirá 22 años en diciembre, relató cuáles fueron sus sensaciones durante la jornada: "Ha sido un día fantástico, iba jugando muy tranquila con Anne-Lise Caudal, charlando todo el tiempo con ella, su caddie y con Antonio Hortal, a quien conocí en los Juegos del Mediterráneo y me ha hecho esta semana de caddie. ¡Ahora ya tengo un sitio donde jugar! (tres años de exención en el Ladies European Tour), aunque todavía no he hecho nada, esto no ha hecho más que empezar. Quiero seguir igual que hasta ahora, intentando jugar bien y tratando de disfrutar".

Muñoz admitió que su rival en el desempate era una vieja conocida. "Anna Nordqvist y yo hemos sido compañeras durante dos años en Arizona State University y nos conocemos muy bien, es una jugadora buenísima. Tal vez la clave haya estado en que me he mantenido en presente todo el tiempo, sin pensar más allá y yendo golpe a golpe. Había hecho una vuelta de -8 pero ésta ha sido la mejor de mi vida", remató.

Se abre, pues, una carrera sin techo ni límites para Azahara Muñoz, que reconoce que le gusta divertirse y salir con los amigos, pero que sabe que puede ser alguien en el mundo del golf. De momento, ha conseguido resonancia, ya que numerosos medios nacionales recogían ayer el triunfo de la malagueña. Le queda asentarse en el mundo profesional, porque no siempre vendrán tan rodadas. Pero, de momento, los presagios no pueden ser mejores.