Arni, Bena, Munu, Stepa, Edi, Weli... En cualquier entrenamiento del Málaga se suele escuchar esos apócopes de los nombres de los jugadores. Prima la rapidez de palabra porque el fútbol exige velocidad. Sin embargo, en el vestuario la vida es más relajada. Y aparecen otras formas de designarse más elaboradas y distendidas. Además de los motes que la mayoría recibe, un deporte muy practicado es el de buscar parecidos físicos. Pocos se libran. Ni siquiera el técnico, bautizado como Lucky Luke por ser tan larguirucho como el personaje de dibujos animados. Se pueden encontrar símiles muy curiosos en la actual plantilla.

El indiscutible es el de Valdo con Thierry Henry. Sus rostros y su complexión física son tremendamente parecidos. La comparación ha perseguido al leonés desde hace muchos años. Titi lo llama a veces algún compañero con guasa. Él se lo toma a bien. Lo que no le hizo mucha gracia fue conocer al jefe de seguridad del Málaga, Eugenio Lorente, que guarda un asombroso parecido con Daniel Sánchez Llibre, presidente del Espanyol, con el que el futbolista no tiene buena relación. El propio Lorente tiene una foto con el dirigente catalán en su ordenador aprovechando la última visita espanyolista a La Rosaleda.

El colmo de los parecidos lo encarna Juan Ramón Muñiz. Existe un piloto de rallies que exhibe una sonrisa clónica a la suya. Pero ahí no queda la cosa, ya que el sujeto en cuestión se llama Álvaro Muñiz. No les unen lazos de sangre, sí faciales.

El más comentado es el de Weligton con Michael Jackson. En el tablón de anuncios del vestuario, entre otras lindezas, hay un montaje con ambos. Más de una vez el brasileño se ha descolgado en la caseta simulando los genuinos pases de baile del malogrado astro del pop.

Algunos están seleccionados en las imágenes anexas a estas líneas, otros no. Es el caso de las comparativas Stepanov-Simao, Mtiliga-Kobe Bryant, Forestieri-Messi, Munúa-Guillermo Fesser o el que causa furor en el filial, el del técnico, Rafa Gil, con Pulpillo, ex concursante de Gran Hermano.