Falto de fe y de recursos, el Axa Barcelona se quedó corto en Moscú, donde el CSKA le superó sin demasiada dificultad (72-55) en la segunda fase de la Euroliga. En la primera derrota de Xavi Pascual como entrenador, el Barcelona se dejó vencer por el nombre del equipo ruso y su jerarquía en el baloncesto europeo. Campeón en 2006 y subcampeón en 2007, el CSKA sabe hacerse fuerte en su pista (nadie gana en Moscú desde noviembre de 2005), cuenta con un amplio catálogo de opciones y los árbitros le respetan. Demasiado para el Barça, incapaz de dar un salto de calidad cuando el partido se lo permitió.
Las grandes prestaciones de Andersen (20 puntos y 8 rebotes), una pesadilla para el equipo catalán, reflejaron la distancia entre ambos equipos. No tiene el Barça un jugador como el danés, poderoso en la pintura y eficaz en el lanzamiento exterior, capaz de decidir un partido con sus impecables estadísticas.
Pese a embolsarse el partido con solvencia, el CSKA no se arrancó hasta después del descanso. Fue un equipo impreciso en el lanzamiento, aunque muy agresivo en defensa y potente en el rebote.
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