Willy Caballero andaba como loco por acabar la temporada y desconectar de un año que le ha exigido mucho mentalmente. La permanencia, la tensión con Schuster, el desgaste emocional con la ignorancia recibida por parte de Alejandro Sabella; tomará con muchas ganas las vacaciones. Pero sabe que tendrá que estar atento al teléfono porque los clubes se dirigirán a él y al Málaga pensando en contratarle. Uno de ellos, ya sabido es el Barcelona. Los dirigentes azulgrana ya han activado el mecanismo para interesarse por sus servicios de cara a firmarle la próxima campaña.

Aseguran desde Martiricos que a día de ayer no había ninguna oferta en firme por el cancerbero argentino y así, aunque la dirección deportiva que encabeza Andoni Zubizarreta ya inició contactos hace días para conocer de primera mano la situación del jugador. El punto de partida del Málaga es claro: no se le quiere vender y a todos se les remitirá a la cláusula de rescisión de 20 millones de euros. El Barcelona no accederá a un desembolso y, en la práctica, sabe que los dirigentes blanquiazules tampoco se cerrarán en banda y atenderán a propuestas razonables.

Ahí está el quid de la negociación. Hace meses que el Barcelona firmó a Ter Stegen por verle como el relevo de futuro para Víctor Valdés. Además, Pinto no continuará, por lo que los dirigentes catalanes quieren a un portero curtido que pueda funcionar en cualquier momento mientras el meta alemán se vaya fogueando y adaptando a la exigencia del Camp Nou. Se valoran muchas virtudes de Caballero: sus reflejos, el uno contra uno, la capacidad para ser decisivo pese a no entrar mucho en acción y su juego de pies. Aseguran que el Barcelona está dispuesto a hacer un esfuerzo económico por él, aunque el punto de partida estaría muy alejado de las pretensiones del Málaga.

En cualquier caso, todo esto acaba de empezar, se avecinan días intensos y largos. No sólo por las fichas que pueda mover el Barcelona, sino porque otros equipos se dirigirán al Málaga con la intención de llevarse a uno de sus mejores activos.

No es pretensión de los dirigentes desprenderse de él, pero el término de la campaña obliga a afrontar una serie de gastos que, bien es sabido, vendrán desde la venta de futbolistas. Caballero es uno de los jugadores con mayor cartel y por el que puede sacar un dinero interesante tanto para afrontar algunas de las deudas urgentes como para destinar una partida a la planificación de la próxima temporada. En el mercado de fútbol nunca se puede dar por sentado, pero todo apunta a que se desarrollarán varios capítulos más acerca de la continuidad del que ha sido uno de los mejores guardametas de la Liga española y cuyas intervenciones han tenido trascendencia mundial.