Barcelona llora a Lionel Messi. La proximidad del clásico del fútbol español contra el Real Madrid ha magnificado la contrariedad que supone para el equipo la baja del argentino, cuyos problemas musculares empiezan a causar preocupación. "Es insustituible", resumió el presidente del club, Joan Laporta, desde Zúrich, adonde viajó para acompañar al delantero, elegido en la terna de aspirantes al premio de Jugador del Año.

El Barcelona recibió la lesión de Messi como un golpe en el hígado. De repente, el clásico perdió a uno de sus grandes artistas, al gran ídolo de la hinchada azulgrana, que ahora sufre un sentimiento de orfandad pese al regreso en plena racha goleadora de Eto'o. "No hay nada que compense la baja de Messi. Es una pena que un jugador como él no pueda estar en un partido tan importante como el del próximo domingo. Es el jugador más desequilibrante que hay ahora mismo en el equipo", se lamentó Laporta.

La noticia se produjo durante el encuentro del sábado ante el Valencia. Messi corrió a por un balón alejado y tras controlarlo se frenó, echándose la mano a la parte posterior del muslo izquierdo. Las pruebas posteriores confirmaron lo peor: lesión en el bíceps femoral y un mes de baja.

La dolencia llegó en el peor momento posible para su equipo, en la víspera del gran clásico. En el recuerdo figura el partido de la pasada temporada en el Camp Nou, en el que el Barcelona empató a tres después de jugar toda la segunda parte con diez jugadores. Messi fue el gran protagonista al firmar un hat-trick.

El Barcelona tendrá que acostumbrarse a vivir sin uno de los mejores jugadores del mundo. Los médicos están preocupados, pues Messi tiene problemas musculares cada temporada. El argentino es un jugador cuyo riesgo de sufrir lesiones musculares es máximo, dada su enorme potencia de piernas y explosividad. Su suerte es que la Liga descansará dos semanas, pero en can Barça tendrán que renunciar a su jugador franquicia en el partido más esperado.