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Benzema, el faro del Madrid

  • El francés hizo dos goles y fue el mejor de los blancos ante un Granada que desapareció tras el descanso

Karim Benzema iluminó al Real Madrid, reenganchado al triunfo a ritmo de goleada en el inicio del 2012, con el atacante como faro en la visita del Granada, que salió excesivamente malparado del estadio blanco, al que regresó después de 36 años. El delantero francés fue la mejor noticia y la principal preocupación. Al buen nivel del galo, autor de dos de los goles, se sumó después la zozobra por su estado físico, que le retiró del campo de forma prematura.

Mourinho apostó por Higuaín y Benzema juntos de inicio. Buscó dar minutos al sudamericano, pero tampoco encontró argumento alguno para apartar del once al francés. Benzema es, de largo, el jugador más en forma del Madrid. Un control, un desmarque o un disparo. Es una solución para Xabi Alonso u Özil, que se incorporó a la relación de los destacados. El atacante fue el mejor en los 53 minutos sobre el césped, que dejó lesionado, cojeando y acompañado por las asistencias médicas blancas y una ovación atronadora de la afición, que agradeció su generoso esfuerzo.

Para entonces el Madrid ya había cerrado el partido. Vencía 4-1, con dos goles de Karim. El primero, el que abrió el marcador, para resolver una jugada entre Özil y Cristiano Ronaldo. El segundo, un minuto antes de su retirada del campo. Después de un excelso control a pase del alemán para cruzar al segundo palo de Roberto.

Pero entre un gol y otro el duelo estuvo entreabierto. El Granada, agazapado en el comienzo se encontró con el empate en una jugada de Uche, que sonrojó a Marcelo antes de regalar un centro al área, que cabeceó Mikel Rico a la red. La jugada desnudó de nuevo a la zaga blanca, que aportó a Varane como novedad. Fue otra vez un balón por alto. Un error de marcaje. Un despiste más.

El Granada se animó definitivamente. Mikel Rico tuvo una nueva ocasión que obligó a Casillas. Salió de la cueva y tiró de desparpajo, a la contra, alentado por la velocidad de los nigerianos Uche e Ighalo y de Dani Benítez.

Llegó Sergio Ramos a poner tranquilidad cuando peor se mostraba su equipo. Fue en un saque de esquina lanzado por Özil que el sevillano remató, de cabeza, al lado derecho de Roberto. El inicio del segundo tiempo fue determinante. Dos goles en cinco minutos que cerraron el partido. El primero de Higuaín, que aprovechó un pase con la puntera de Marcelo para cumplir con su cita con el gol. Acto seguido llegó el segundo de Benzema, que dejó el partido sentenciado.

El gol de Cristiano Ronaldo, que culminó un contraataque iniciado por Altintop y continuado por Kaká, endulzó el final de fiesta del equipo madridista, centrado desde ya en solventar el compromiso copero, el martes, en Málaga.

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