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El Bernabéu le hace la cruz a Leo Messi

  • El argentino se ha convertido en el blanco predilecto de la afición del Real Madrid después del balonazo del argentino a la grada

Hubo un tiempo en el que Piqué era el blanco predilecto de la hinchada del Madrid en cada visita del Barcelona al Santiago Bernabéu, pero las cosas ya no son así: los mayores niveles de agresividad caen, hace meses, sobre Messi. Y el argentino es, por diversas razones, el responsable. "Ese señor come porque nosotros pagamos su dinero", dijo recientemente Juan Antonio Guerrero, hincha madridista de 53 años que estaba el 16 de abril de 2011 en la trayectoria del ya famoso balonazo de Messi en el Bernabéu.

Se jugaba el primer minuto de los cuatro de descuento de un partido que terminaría 1-1. Era el primero de los cuatro duelos que entre abril y mayo del año pasado enfrentaron a blancos y azulgrana por la Liga, las semifinales de la Champions y la final de la Copa.

Messi corrió una pelota que se iba por la banda, no llegó a controlarla y, furioso, la golpeó en dirección a la tribuna. Los que lo defienden dicen que apuntó al cartel publicitario que rodea el campo de juego, pero falló. Sus detractores lo vieron muy diferente. " Messi, el jugador que tomó hormonas de crecimiento, sufre un momento de enajenación mental y agrede y falta el respeto al público del Bernabéu. Entendemos que la acción es grave y debería ser sancionado. Pepe le recriminó la asquerosa acción", escribió horas después del incidente la web no oficial www.realmadridweb.com.

Guerrero estaba sentado en la fila 6, asiento 25, aquella noche de sábado primaveral en el estadio blanco. Cuando Messi pateó la pelota se encontraba en primera línea de fuego. "Justo detrás del hombre al que le dio el balón. ¡Soy el que sale tapado en la foto que publicó Marca! Él me salvó de que me diera ese balonazo...", recuerda.

Desde la posición de Guerrero, abonado desde hace años, el panorama es impresionante. El Bernabéu es un coloso que se eleva interminable, el césped no sólo se ve, sino que se huele, y los movimientos, gestos e incluso gritos de los jugadores se pueden seguir como no es posible en otros sectores del estadio. Guerrero cree que Messi tuvo aquella noche intención de impactar con la pelota a los espectadores: "El balón estaba ya un metro y medio fuera de la línea de banda, pero Messi chutó a la grada. Cuando vi eso grité: ¡Canijo, descerebrado, sinvergüenza, ¿estás loco?".

"La gente le lanzaba las pajitas de las banderas que nos habían dado, alguna bandera también, pero ni le llegaban", añadió Guerrero acerca de esa extraña noche en la que el primero en recriminarle la acción a Messi fue Pepe, conocido por sus arranques de violencia sin límites a la hora de jugar. Aquella acción de Messi desató una entendible furia entre los espectadores, aunque el enojo late, en el fondo, por una razón más importante: el argentino es la síntesis de todas las frustraciones madridistas, el hombre que, junto a Guardiola, encarna y encarnará por siempre los años en los que el Barcelona aplastó al Madrid.

Mucho antes del "balonazo" hubo un grito aquella noche que retumbaba -y retumba- potente en las filas superiores del Bernabéu. Apuntaba directo al mejor futbolista del mundo: "¡Puto enano hormonado!". Lo de Guardiola, el otro foco de la furia, es más breve: "¡Drogadicto!". Más abajo, en el césped, está Casillas, el portero madridista, que sufre como pocos jugadores el talento de Messi.

Con la camiseta del Barcelona, el argentino le marcó al capitán blanco 13 goles en 16 partidos. Messi, incluso, batió a Casillas más veces en el Bernabéu que en el Camp Nou, aunque no lo hizo la última vez que jugó en el templo blanco, en el 3-1 del Barcelona el 11 de diciembre por la Liga. Con el recuerdo de aquel "balonazo", llega el miércoles otro superclásico, el octavo en un año .

El Manchester City superó al Wigan de Roberto Martínez por 0-1, en el último encuentro de la jornada 21 en Inglaterra, y dejó a su equipo como líder en solitario de la Premier, con tres puntos de ventaja (51) sobre sus vecinos del United (48). El equipo que entrena Roberto Mancini se impuso con un solitario tanto de Dzeko (en la imagen), que aprovechó un buen pase de Silva en el minuto 22 para cabecear el balón al fondo de la red. El Wigan, colista a apenas dos puntos de la salvación, lo intentó hasta el final, pero el City cerró bien en defensa y apenas ofreció concesiones a su rival. El líder de la Premier espera ahora la visita del Tottenham, tercero con 46 puntos, que debe recuperarse tras tropezar este fin de semana con el Wolverhampton (1-1).

El brasileño del Rayo Vallecano Botelho fue detenido a las 05:00 de la mañana del lunes tras dar positivo en un control de alcoholemia, después de darse a la fuga y chocar con un coche policial. El futbolista pidió perdón a la afición y aclaró que dio "0.30 porque estaba tomando algo con un amigo".

El Nápoles, sexto clasificado en la Serie A italiana, desperdició una buena ocasión de acercarse a puestos europeos tras empatar en casa ante a un Bolonia que pugna por alejar el descenso. El conjunto visitante se adelantó con un tanto de Acquafresca y Cavani empató de penalti en el minuto 71.

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