El nuevo seleccionador francés, Laurent Blanc, desestimó ayer la recomendación del Gobierno de su país y llamó para su debut el miércoles en un amistoso contra Noruega al delantero del Real Madrid Karim Benzema, a pesar del escándalo sexual en el que está inmerso.

Tal y como ya se había anunciado, Blanc prescindió como castigo de todos los futbolistas que fracasaron en el Mundial de Sudáfrica, de donde Francia se marchó tras la primera fase rodeada de problemas extrafutbolísticos.

El choque amistoso del miércoles es el primero de Blanc como técnico tras suceder a Raymond Domenech y es el último de preparación antes del comienzo de la clasificación para la Eurocopa de 2012, el 3 de septiembre ante Bielorrusia.

Benzema está involucrado en un proceso judicial por haber mantenido supuestamente relaciones sexuales con una prostituta menor de edad, al igual que su compañero de la selección Franck Ribery.

Con su primera decisión oficial, Blanc dio un golpe en la mesa. La ministra de Deportes, Roselyn Bachelot, se había mostrado en repetidas veces en contra de la designación del atacante del Real Madrid, ya que "jugadores bajo investigación no deberían actuar con Francia". A la pregunta ayer de un periodista de por qué "desafía" al Gobierno convocando a Benzema, Blanc contestó: "Todo el mundo tiene su opinión y hay que respetar todas. Pero yo tengo mi responsabilidad como entrenador". "En el momento actual, Benzema no está en su mejor condición física ni mental, pero en el futuro puede formar el núcleo del nuevo equipo nacional. La vida privada de mis jugadores no me interesa en absoluto", dijo Blanc.

La primera convocatoria de Blanc a la componen los porteros Douchez y Ruffier; los defensas Aly Cissokho, Debuchy, Fanni, Mexes, Adil Rami, Sakho y Tremoulinas ; los centrocampistas Cabaye, Lassana Diarra, Matuidi, Mvila, Nasri, N'Zogbia y Moussa Sissoko y los delanteros Ben Arfa, Benzema, Briand, Hoarau, Menez y Remy, la mayoría de ellos muy jóvenes.