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Blanco, llegar y pegar

  • De menos a más Salió como titular en su vuelta a Fuenlabrada, sumó nueve puntos y cuatro rebotes y mostró una línea ascendente en su juego después de que Zoric y Garbajosa le colocaran sendos tapones

El protagonista del partido era Saúl Blanco. El martes hacía la rueda de calentamiento con el Unicaja ante el Bilbao y ayer se enfrentaba al equipo malagueño. Las conversaciones fructificaron en este momento tras semanas. Desvinculado de Málaga y fichado por el Fuenlebrada. La idoneidad del momento del trasvase estaba en solfa. Tras aguantarlo dos años y medio, ¿por qué no una semana más?

Saúl Blanco jugó con el número 12 a la espalda y salió como titular, por delante incluso de Kirk Penney, máximo anotador del equipo madrileño. Seguro que era un mensaje de su entrenador, Porfi Fisac. Aquí vas a ser importante, te queremos desde ya. O algo así. Tiene trabajo el técnico para recuperar la confianza perdida en sí mismo del asturiano, pero él la tiene en su jugador. "Es un hombre que tiene un talento y unas capacidades importantes, que nos pueden venir muy bien. He visto lo que esperaba. Le conozco a Saúl desde que tenía 13 años. Es un chaval callado pero ambicioso. Este tío es caliente aunque no lo parezca, y creo que nos va a dar una verticalidad que a veces necesitamos para que los tiros sean un poco más cómodos", explicaba Fisac tras el encuentro.

Antes del encuentro, Saúl departió con todos los componentes de la expedición cajista, horas antes era uno más de ellos aunque no saltara a la pista. Blanco tenía especial relación con los más jóvenes. Era un hombre sin mucho peso en el vestuario, pero que no daba problemas. Su carácter en apariencia apocado le ha hecho mella en esta experiencia en Málaga. Ya hubo un aviso en 2009. Recién fichado, Blanco tenía una plaza en la selección casi garantizada por la lesión de Berni. Pero Llull le comió la tostada.

El alero salió de titular. Tomaba a Peric en defensa y le tapaba Fitch. La primera vez que lanzó fue hierro. La segunda, se llevó un tapón de Zoric. Más tarde, Garbajosa le pondría otro. Acabaría jugando más de medio partido (20:36). Sumó 9 puntos (1/7 en tiros de dos, 1/1 en triples y 4/4 en libres), cuatro rebotes, tres recuperaciones, una asistencia y dos pérdidas. Acabó con nueve puntos de valoración.

Curiosamente, los primeros puntos de Blanco, todos en el segundo tiempo, vinieron porque relevó a Sené cuando se lesionó. En la siguiente defensa fue al banquillo. Metió un triple más tarde en la secuencia loca de lanzamientos exteriores que permitió al Fuenlabrada cambiar el partido al inicio del último cuarto. Después falló algún tiro más, pero dio muestras de que seguramente será un jugador productivo en Fuenlabrada. El ambiente le es favorable y tendrá minutos para errar y equivocarse.

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