Los jugadores del Unicaja apuraban su sesión de tiro para finalizar el entrenamiento matutino. El último en acabar es Bojan Popovic, que está un rato tirando solo. Cuentan quienes tratan diariamente que su actitud y profesionalidad es intachable, pero su rendimiento dista kilómetros de ser el que se esperaba. Y ha quedado muy tocado anímicamente después de que el miércoles pasado fuera relegado a jugar como escolta. Scariolo ya ha dejado claro que no cuenta con él e incluso su participación en los entrenamientos se ha visto reducida. En los ensayos, Kus ocupa la mayor parte de tiempo la posición de base.

Es por ello que el Unicaja estudia cambiar otra pieza del puzle después de la llegada de Sanders. Sondea seriamente la posibilidad de ceder a Popovic. Y donde existe mayor receptividad es en el efervescente mercado ruso. Allí el jugador serbio tiene aún buen cartel después de su etapa en el Dynamo, según representantes consultados. La pretensión del Unicaja es que el club al que fuera se hiciera cargo de su remuneración hasta final de temporada. Popovic cobra alrededor de 500.000 euros anuales y tiene contrato hasta 2009, con opción del club de prolongar una campaña más el vínculo. El reverso de la moneda sería la necesidad de buscar un base comunitario, algo complicado a estas alturas por la carestía de jugadores de garantías en esa posición. Es por ello que la decisión de ceder a Popovic no es taxativa. Aunque sería lo deseado.